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miércoles, 9 de noviembre de 2016

La derrota de Hillary Clinton frente a Donald Trump o cómo el Papa Francisco pierde elección tras elección desde el trono de San Pedro (CATHOLICVS)

FUENTE: CATHOLICVS


¿Es el Papa Francisco "gafe"? Salvando las distancias, a uno le da la impresión de que se está convirtiendo en el "Zapatero" del Vaticano: no hay causa terrenal que apoye, que no fracase estrepitosamente, pese a las arengas lanzadas desde tan privilegiado púlpito, aumentadas por los altavoces de casi toda la prensa internacional.

Ningún católico duda de que el Papa, cualquier Papa, es infalible cuando habla ex Cathedra. Lo que también les queda bastante claro a cada vez más católicos es que este Papa no ha hablado ex Cathedra ni una sola vez, y que cuando pone de manifiesto sus querencias y expresa sus preferencias personales, especialmente en el ámbito político, no da ni una: si apoya los mal llamados "acuerdos de paz" con los terroristas de las FARC, los colombianos, mayoritariamente católicos, votan en contra en el correspondiente referendum; si Macri no es santo de su devoción, éste vence en las Elecciones de su Argentina natal; si predica y apuesta por el "papeles para todos" -inventado por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero muchos años antes de que este Papa okupara la cátedra de San Pedro-, los países del este de Europa se blindan legalmente frente a la invasión de inmigrantes ilegales y hasta el Reino Unido prefiere salirse de la Unión Europea; si asiste a Suecia a celebrar el V Centenario de la herejía y cisma de Martín Lutero, un importante segmento de protestantes expresan públicamente su rechazo; si se niega a venir a España a conmemorar el V Centenario de Santa Teresa de Jesús para no "interferir" en la Elecciones -a Estados Unidos no le ha importado ir aunque "interfiriera"-, el socialismo español se hunde progresivamente en cada cita electoral y la extrema izquierda de los comunistas "Podemos" e "Izquierda Unida" toca techo, estancándose y permitiendo otro gobierno del PP...

Asimismo, el aumento imparable del Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia, pese a las maniobras obstructivas de la masonería patria, o el "Brexit" del Reino Unido, fundamentalmente contrario a la invasión migratoria fomentada desde el Vaticano, demuestran la poca influencia que los deseos personales del Papa tienen sobre los electores. Por otro lado, con esta última cita electoral estadounidense queda de manifiesto, una vez más, que las encuestas no sirven para nada -ya ni siquiera para manipular a la población, que era para lo que venían usándose-. El general apoyo de los medios de comunicación y de los grupos de poder a Hillary Clinton no ha tenido el mayoritario apoyo que cabía esperar; de hecho, ni siquiera puede decirse que Trump haya ganado por los pelos: le ha dado una paliza electoral a Hillary Clinton, representante de la anti-Iglesia y enemiga declarada de Cristo: laicista radical, pro-aborto, pro-eutanasia, pro-ideología de género, pro-gay, antifamilia...

Por otra parte, además de las encuestas, la mayor parte de los medios de comunicación, indisimuladamente partidarios de Hillary Clinton, han quedado nuevamente en entredicho. Caso más grave aún es el de Radio Vaticano o la COPE en España, que han quedado totalmente desacreditadas. Para ambos medios, los católicos deberían haber votado al partido demócrata, pues Donald Trump es machista, xenófobo, etc. Radio Vaticano habló incluso de que el voto católico daba 20 puntos de ventaja a Clinton. ¡Pues ni con esas! En el caso de la apuesta de la emisora de los obispos de España, la COPE, por Hillary Clinton, también la ha dejado a los pies de los caballos. De hecho, ahora mismo no deben de salir de su asombro, sólo atinando a dar el absurdo titular: "Un país dividido". Naturalmente: tras unas elecciones, unos ganan y otros pierden. ¿Eso es todo lo que se les ocurre decir? Quien ha ganado ha sido Donald Trump y quien ha perdido -mal perdido- ha sido Hillary Clinton, que en un primer momento ni siquiera se dignó a aparecer públicamente ante los suyos y el resto del país para aceptar la derrota y felicitar a Trump por su victoria.

Lo que salta a la vista es que la habitual injerencia del Papa en política -pese a que lo niegue según sea el caso-, no ha sido suficiente para disuadir a los católicos estadounidenses de votar al partido republicano. Ni siquiera su descalificación explícita a Donald Trump durante el vuelo de regreso a Roma desde México, el pasado mes de febrero, cuando se le preguntó por él por su intención de construir un muro en la frontera del país. Pese al "¿quién soy yo para juzgar?" cuando le preguntaron sobre las relaciones homosexuales, no dudó en descalificar a Trump como "no cristiano" por oponerse a la invasión migratoria fomentada por los grupos de poder. De hecho, Hillary Clinton cerró la campaña electoral en Raleigh, Carolina del Norte, parafraseando al Papa Francisco y pidiendo votar a quien "construya puentes y no muros": “Cuando miréis hacia atrás, podréis decir que votasteis por un país mejor, más justo, en el que construimos puentes y no muros”. Y todo, pese a considerar fanáticos a los cristianos, como han revelado las últimas filtraciones de Wikileaks.

No sabemos cómo gobernará Trump. Pero sí sabemos qué no hará, que incluye toda la política laicista y anticristiana ya impulsada por Obama y que pretendía continuar y ampliar Hillary Clinton. Tampoco pretende cambiar la Iglesia Católica desde dentro para hacerla sumisa, como pretendía Clinton, ni violentarla con la ideología de género o con la obligación de dispensar anticonceptivos o realizar abortos en hospitales católicos. Ahora ya no se nombrará a magistrados de la Corte Suprema con el único mérito de impulsar la ideología de género como prioridad de su agenda, incluso por encima de libertades básicas, como la religiosa y la libertad de conciencia.

Para finalizar, me vienen a la cabeza las relativamente recientes acusaciones lanzadas a diestro y siniestro por uno de los palmeros del Papa Francisco, Andrea Tornielli, cuando fantaseaba con una supuesta trama -sin duda ficticia- de supuestos católicos "contrarios al Papa Francisco", en un vergonzoso y digno de olvido artículo -articulo-ficción, más bien- publicado en el panfleto diario "La Stampa" el pasado 16 de octubre. Ante semejantes disparates, ahora sólo cabe preguntarse: ¿será el votante medio estadounidense, especialmente el católico, un terrible "tradicionalista" anti-Papa y pro-Putin? Pues, por lo visto, sí. Cada día parece más evidente la "conjura mundial" contra el Papa Francisco en lo que a sus prioridades materiales y gustos políticos se refiere.

Lamentable, por otro lado, que en algunos estados donde han ganado los demócratas, a quienes no les duelen prendas en morir matando -y nunca mejor dicho-, hayan aprobado durante estas mismas elecciones la eutanasia en Colorado y el uso de la marihuana en California. ¿Y aún alguien se asombra de que en aquellos estados con un amplio número de católicos, mayoritariamente inmigrantes, también éstos hayan apoyado en un gran porcentaje a Donald Trump?
CATHOLICVS

Victoria electoral de Trump tras la sucia campaña de la candidata demócrata (ELENTIR)

Fuente: ELENTIR

Mie 9·11·2016 

Donald Trump ha obtenido la victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Es una victoria lograda contra muchos pronósticos y con la amplia mayoría de los medios en contra.

Trump copia la ocurrencia de pagar deudas imprimiendo billetes: ¿qué puede salir mal?
Silencio mediático ante las pruebas de que Clinton ordenó reventar mítines de Trump

Mis reparos a Donald Trump

No siento alegría por la victoria de Trump. En materia de principios me parece un oportunista y habría preferido que las primarias del Partido Republicano las ganase Ted Cruz. Su falta de respeto a John McCain como veterano de guerra me sentó bastante mal. Su apoyo a la impresión de dinero como solución para la deuda pública me parece un absoluto disparate que, sin duda alguna, firmaría cualquier dirigente podemita. Y sus discursos sobre inmigración, anunciando la construcción de un muro con México, me parecieron una forma bastante criticable de intentar sacar tajada política del rechazo de muchos estadounidenses a la inmigración ilegal.

Mis reparos -mucho mayores- a Hillary Clinton

Hillary Clinton me cae mucho peor que Trump. Si él es un oportunista y un populista, ella es una déspota y una persona que defiende planteamientos muy hostiles hacia derechos humanos tan básicos como la libertad religiosa y el derecho a la vida. Cuando el año pasado anunció su propósito de cercenar la libertad de religión en EEUU tuve claro que esta mujer era una verdadera amenaza para la democracia en EEUU, que venía a añadirse a los ataques ya lanzados por Obama contra ese derecho, que han provocado el rechazo de amplios sectores de la población.

Además, Hillary no dudó en respaldar las tesis abortistas más radicales y crueles -incluido el monstruoso aborto por nacimiento parcial, que implica decapitar al bebé en medio del parto- y recibió el apoyo de un poderoso lobby proaborto (Planned Parenthood invirtió 50 millones de dólares en la campaña de la candidata demócrata).

Hay que recordar que en 2010 Hillary incluso elogió repetidamente al UNFPA como un programa modélico, y eso mientras el UNFPA servía para apoyar los abortos forzados en China. Un hecho que, como tantas otras cosas, ha sido silenciado por los mismos medios que presentaban a Trump como un machista.

Trump anunció que cortará los fondos públicos a Planned Parenthood

El mandato de Obama ya había servido para llenar las arcas de ese lobby con dinero de los contribuyentes y tapar los graves escándalos que le han ido salpicando: tráfico ilegal de órganos de bebés abortados, encubrimiento de abusos a menores, encubrimiento de mafias de la prostitución, abortos selectivos de niñasUna victoria de Hillary habría implicado, con total seguridad, una impunidad absoluta para ese lobby y sus repugnantes prácticas.

De hecho, Planned Parenthood apoyaba la campaña de Hillary como quien invierte en un negocio seguro. Frente a ese intercambio de favores entre los demócratas y el lobby del aborto, el anuncio de Trump de que cortará la financiación pública de ese lobby abortista me pareció, al menos, un acierto por parte del candidato republicano.

Que Trump no comparta la actitud hostil de Hillary hacia los creyentes también le habrá otorgado muchos apoyos. En este sentido, con sus prejuicios hacia la religión y sus proclamas liberticidas, ha sido la propia candidata la que ha asegurado su derrota.

Clinton se hunde con sus trampas y muchos medios naufragan con ella

A lo anterior hay que añadir que dentro de lo lamentable que ha sido esta campaña electoral, me ha parecido escandaloso el hecho de que se descubriese que el equipo de Hillary había ordenado reventar violentamente la campaña de Trump, y que muchos medios lo tapasen.

La violencia desatada por la izquierda contra Trump y sus seguidores llegó a cebarse incluso con una indigente, sin que ni Hillary ni su equipo dijesen nada para condenarlo.

La complicidad de muchos medios con la candidata demócrata ha sido vergonzosa. Wikileaks desveló los contactos del equipo de Clinton con diversos medios para favorecerla. Clinton ha protagonizado una de las campañas electorales más sucias de la historia de EEUU, y ya sólo por eso no merecía ganar. Por eso me alegro de su derrota, y también por el descarado apoyo mediático que ha recibido.

Hace tiempo que estoy convencido de que el pensamiento único progresista que promueve buena parte del periodismo es muy distante de la opinión de muchos ciudadanos de a pie; y este distanciamiento ha quedado más claro que nunca en Estados Unidos, cuya sociedad conserva en gran medida valores cristianos y planteamientos conservadores que son despreciados desde los grandes medios.

Las tareas que tiene por delante Donald Trump

No tengo una gran esperanza de que Trump arregle muchos de los problemas que deja tras de sí Obama. A decir verdad, son muy pocos los políticos que me infunden hoy en día alguna esperanza. Sí que espero que no sea lo bastante imprudente como para olvidar su promesa de retirar los fondos públicos a Planned Parenthood, y si la olvida espero que las organizaciones provida estadounidenses se movilicen para demandárselo.

En lo demás, ojalá su llegada al poder le haga entrar en razón y aparcar disparates como los que he citado al comienzo de esta entrada; y que, como presidente de los EEUU, se esfuerce por servir al Bien Común y a la causa de la Libertad.

Además, no tendrá excusa para echar abajo los disparates liberticidas de Obama: el Partido Republicano tendrá mayoría en el Senado y en la Cámara de Representantes.

Obama, el presidente más desastroso de la historia de los Estados Unidos,vende "sus ‘logros" (Eulogio López)


Obama y Hillary Clinton

Me ha encantado lo de Barack Obama, comprometido con el nuevo Orden Mundial (NOM) tanto como Hillary Clinton (ambos en la imagen). En la recta final de las elecciones del 8 de noviembre, Obama aseguró en un mitin por Hillary, que si gana Trump todo “lo que hemos logrado durante estos ocho años (sí, el lapso de su eficiente Gobierno) se tirará por la borda”. Pero, ¿qué es lo que has logrado campeón?
A ver, repaso somero:
Te has cargado el derecho a la vida, dando en Estados Unidos el último paso del Nuevo Orden en materia del derecho a la vida: el aborto ya no es algo despenalizable, es un derecho.
Más logros Barack: creó en Estados Unidos los nuevos campos de exterminios. Fue el primer acto de su mandato, retrasmitido en directo por las televisiones, del acuerdo para financiar la utilización de embriones humanos como cobayas de laboratorio. Eso, además de una nota derivada homicida del aborto, se ha convertido, apenas cuatro años después de la llegada de Obama a la Casa Blanca, en la mayor estada científica de la historia moderna. Con embriones no se ha curado ni un resfriado. Con la alternativa ética, las de las células adultas se avanza cada día. Pero no se crean que, ni por un momento, Obama se ha planteado rectificar.
Y para que no faltara de nada, ideología de género. Obama ha sido uno de los mejores propagandistas del homosexualismo y de cualquier tipo de feminismo radical, desde los vientres de alquiler a cualquier otra actitud que suponga valorar la feminidad.
En política exterior, Obama será recordado por su Primavera Árabe que ha provocado más matanzas que ninguna otra estrategia occidental desde el final de la II guerra mundial. Y,  naturalmente, el fenómeno del fanatismo islámico se ha disparado en todo el mundo.
Y con su espíritu chulesco, Obama y Hillary -su secretaria de Estado- nos han acercado al abismo de la III Guerra Mundial, a costa de un estúpido enfrentamiento con Putin, al más idiota grito que vieran las cancillerías del siglo XXI: ¡Que vienen los rusos!
En economía, los demócratas Obama y Clinton no sólo han entronizado el financismo y la especulación en los mercados, sino que Estados Unidos ha ampliado el océano de liquidez que ahoga… al resto del planeta, porque ese océano de liquidez ha devaluado toda la economía mundial y nos ha llevado a la crisis económica permanente, un fenómeno tan nuevo como siniestro.
¿Logros? ¿Qué logros?
Yo también quería un negro en la Casa Blanca, pero no a Obama.
Yo también quiero una mujer en la Casa Blanca, pero no Hillary.
Eulogio López

EL ÚLTIMO ERROR DE HILLARY CLINTON (Fray Gerundio)



No recuerdo, en mi larga vida monacal, haber asistido a unas elecciones presidenciales norteamericanas tan seguidas de cerca en mi monasterio. La culpa la han tenido mis novicios, que andan pegados a sus tuites y a las televisiones. Y mis Superiores, que andan servilmente pegados a los novicios. Son progresistas de nuevo cuño. Adquirieron un progresismo clerical en las Facultades de Teología que se les ha quedado pegado, como el pringue en el puchero de mi abuela. Menos mal que tengo a Fray Malaquías. Y desde luego, esta mañana hemos disfrutado al terminar los Maitines. Todos los monjes andaban cabizbajos, tristes y cetrinos. Con unas ojeras atribuladas y murriosas. Se han pasado la noche escuchando la radio (espero que no haya sido la COPE), mientras Fray Malaquías y yo dormíamos a pierna suelta. Por eso esta misma mañana, cuando cantábamos los dos vejestorios los Aleluyas, nos miraban de reojo para ver si en realidad lo decíamos por las elecciones norteamericanas.

He de reconocer que llevo varios meses escuchando que iba a ganar la Clinton, y casi casi me lo había creído. La veía tan apoyada y aupada por todos -unos y otros-, que pensaba que iba a funcionar una vez más la guillotina general. Se empecinaban -unos y otros-, en vaticinar el desastre monumental del Planeta en caso de que ganara Donald. Y la estabilidad y continunidad si ganaba Hilaria. El derrumbe del Sistema Financiero si uno ganaba y el Cielo en la Tierra si vencía la otra. No nos han dejado tener una opinión distinta de la prevista, a excepción de algunos medios periodísticos, calificados por eso mismo de anti-sistema. ¡Con lo que le gusta al Sistema eso del anti-sistema!

Cuando se aventaban los correos de Hillary, las graves acusaciones del FBI, los siniestros datos sobre su siniestra vida, negocios, arreglos y chanchullos, las noticias sobre sus participaciones en los líos del mundo árabe con su Isis y sus crímenes… nunca dejé de pensar que iba a ganar con toda seguridad. Ya sabemos que a los oscuros jefes mundiales les tiene todo esto sin cuidado. Además, suelen ser precisamente ellos los que lo organizan.

Frente a esto, las palabras despectivas de Trump hacia algunas mujeres, su machismo (pecado super-capital del mundo moderno), su dinero, sus modales y expresiones bastas, hasta su pelo… eran denunciados por todos. O sea, que se le podía perdonar todo a Hillary, ante este monstruo-pretendiente a la Casa Blanca. Realmente confieso que hasta ayer, tenía que reconocer que la victoria de la Clinton estaba cantada.

Pero según leí en su momento, Hillary cerró la campaña citando al Papa. ¡Zas! ahí me desperté de mi sueño dogmático. Si ha citado a Francisco, entonces ya tiene encima el mal de ojo, me dije. Como he denunciado en otras ocasiones, cada vez que algún presidenciable, ministeriable o primer ministrable acude a darle la mano a Bergoglio, su derrota electoral está cantada. Y si se relaciona con él de alguna manera, aunque sea de lejos, los augurios serán bastante malos. Ya sé que desde hace mucho es conocido que Francisco estaba decantado hacia la Candidata. Ya sé que el Soros es amiguete de los dos y ha financiado a los dos, y mantiene a Obispos financiados para apoyar a la Hilaria. Pero citarle como apoyo en el final de la campaña, ha hecho que se desataran todos los malos agüeros. Los hígados de los pollos demócratas se tornaron de un negro-infernal de forma automática.
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*Reproduzco, a continuación, en un vídeo,  lo que dijo el Papa Francisco, en febrero de este año, en contestación a una pregunta de un periodista:

Duración 2:20 minutos
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Por eso me acosté tranquilo. Bueno, antes de acostarme me fui a la celda de Fray Malaquías para que me escanciara una gota de su licor tridentino. Y brindamos en la celda mientras los novicios y demás monjes escuchaban la COPE.

Por cierto, ahora que lo pienso, también puede haber tenido algo que ver en la victoria de Trump el hecho de que la cadena de los Obispos apostó siempre por Doña Clinton. La prueba está en que ahora mismo presenta en su página la noticia con este titular: Un país dividido. Ahora me entero yo de que cuando alguien gana unas elecciones y otro las pierde, el país está dividido. Pues claro. Unos ganan y otros pierden. Seguro que estos de la cadena de los Obispos también recibieron instrucciones de Roma. Se les ve el plumero.

En fin, lo siento por los demócratas de todo el mundo, a los que siempre se les llena la boca diciendo que el pueblo debe hablar, que el pueblo vota y nunca se equivoca, que el pueblo es el que en cada papeleta deposita un trocito de soberanía … y otras memeces. En este caso, como en Colombia, el pueblo se equivoca. Faltaría más.

Yo le aconsejaría vivamente al nuevo Presidente de los Estados Divididos (Cope dixit) que ni se le ocurra ir a Roma. Por si acaso.

Fray Gerundio