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martes, 12 de agosto de 2014

¿Fundamentalismo cristiano? (15) [Relativismo]

Si se desea acceder al Índice de esta primera parte sobre Fundamentalismo cristiano, hacer clic aquí

Da la impresión- y posiblemente sea más que una mera impresión- de que lo que hoy se está pretendiendo en la Iglesia, y por eso tiene el aplauso del mundo, es una especie de "fraternidad universal", al estilo masónico. Se piensa que así habrá mayor paz en el mundo (entendiendo la paz como la entiende el mundo, esto es, como ausencia de guerra). 

En esta "nueva religión" que podríamos llamar LA RELIGIÓN DEL HOMBREtodos tendrían cabida.


- No habría roces entre las diferentes religiones, las cuales serían como un anexo histórico de esa única Religión Universal, inventada por el hombre para ser feliz (sólo para esta vida, claro está, puesto que no hay otra). 

- Cualquiera que actuase en conciencia pertenecería a ella (el concepto de bien y de mal desaparece. Bueno y malo es lo que a mí me parece que es bueno o malo).
- Ya no habría trabas de ningún tipo, pues todo estaría permitido y bien visto ... todo, excepto lo que podríamos llamar pecado social. Es decir, si yo no robo ni mato, puedo tener la conciencia tranquila ... De lo que se trata es de no molestar a nadie...
- Si alguno tiene algún tipo de creencias debe tenerlas  para sí mismo, de modo privado ... pero tales creencias no deben manifestarse nunca en la vida pública ... Así se evitarán confrontaciones y posibles conflictos. 

Algo parecido, por así decirlo, al "mundo feliz" de Aldous Huxley, aunque con otras connotaciones ... Sin embargo, como no podía ser de otra manera, la realidad demuestra que estos "objetivos" no pueden llevarse jamás a cabo. Se trata de una utopía irrealizable, porque parte de una idea falsa de lo que es la naturaleza humana. Si la premisa de la que se parte es errónea, los resultados a los que conduce  "teóricamente" tienen que ser necesariamente falsos  y engañosos e imposibles de llevar a cabo en la realidad real. Un intento de puesta en práctica de estas ideas, supondría un verdadero suicidio de la humanidad: cambiar el Dios real por el dios inventado por el hombre es un autoengaño, una mentira, que no puede sino tener consecuencias catastróficas.



La actuación del papa Francisco en lo que lleva de Pontificado está sembrando mucha confusión entre los cristianos ... bueno, entre aquellos cristianos que creen en el carácter sobrenatural de la Iglesia, y van a Misa y comulgan, y creen que Jesucristo está verdaderamente presente en el Sagrario y es verdadero Dios, etc.; es decir, entre los cristianos que no han perdido la fe en la Iglesia de siempre, aquélla que fue fundada por Jesucristo. 


Resulta difícil de entender -y, sin embargo, los hechos están ahí para demostrarlo- que el mismo papa Francisco está dando la impresión, tanto en sus declaraciones -de cualquier tipo- como en sus viajes, de que lo esencial del mensaje cristiano es el ecumenismo (mal entendido, por cierto), la libertad religiosa, el diálogo interreligioso, la colegialidad ... 


[Y que, para colmo, es el mismo Espíritu Santo el que así lo quiere y, gracias al cual -por la docilidad del papa Juan XXIII- pudo salir adelante el Concilio Vaticano II. Y de lo que ahora se trata es de poner en práctica todo lo que está contenido en dicho Concilio]. 


Podemos verlo en infinidad de manifestaciones del santo Padre. Valgan algunos ejemplos, a modo de pincelada, para demostrar lo que digo. En la famosa entrevista con Scalfari, el director de la Reppublica, le ratifica lo que ya le había dicho anteriormente por teléfono, a saber, que la conciencia es autónoma y que cada uno debe obedecer a la propia conciencia


[Esto es lo que decía el filósofo idealista Emmanuel Kant, uno de los que más han influido en la corriente modernista atea actual, que tanto se ha infiltrado en la Iglesia de hoy]


Y añade el Papa -y lo repite dos veces, para que no quepa la menor duda de que ha dicho lo que ha querido decir-:  "Cada uno tiene su propia idea del Bien y del Mal y debe elegir seguir el Bien y combatir el Mal como lo concibe. Bastaría eso para cambiar el mundo"


Es difícil de expresar mejor aquello en lo que consiste el relativismo moral, que es uno de los grandes males que acosan a la humanidad y a la Iglesia en particular. Lo grave es que esas palabras hayan sido pronunciadas por el Papa. Si admitimos esto que el Papa ha dicho (y aún así nuestra inteligencia sigue funcionando después de haberlo hecho), un sencillo razonamiento nos lleva inmediatamente a la conclusión de que no hay verdad: el concepto de verdad y la verdad misma desaparecen (¡cada uno tiene su verdad, que es lo que le dicta su conciencia!) 




La consecuencia más grave de todas es que la figura de Jesucristo se queda así en un mero recuerdo y reducida a la nada prácticamente: Jesús es ... lo que cada uno piense acerca de Jesús: ¡Enorme falsedad! Jesús es la Verdad, y Jesús no depende de lo que mi conciencia o mi pensamiento decidan acerca de lo que Él es o deja de ser. La realidad de Jesucristo es algo objetivo. Esta realidad histórica no depende de mi conciencia. No se puede minimizar ni banalizar la figura de Jesucristo de esa manera.


[La fe en Dios y, en particular, la fe en Jesucristo (en el Cristo real histórico que vino a este mundo) no es algo relativo ni cambiante con el tiempo. La cobardía ante el mundo moderno, por parte de muchos eclesiásticos, les ha llevado a hacer concesiones en temas en los que tales concesiones no pueden hacerse bajo ninguna circunstancia. De ese modo, se han ido relativizando temas cruciales (anticonceptivos, aborto, divorcio, etc...) y se han ido ocultando los dogmas fundamentales de la fe, aquellos que vienen contenidos en el Credo pero que pocos católicos conocen como se deben conocer para poder enfrentarse con valentía y entereza a un mundo que está cada día más separado de Dios]


La negación de la existencia de una verdad absoluta es, en realidad, la negación de la divinidad de Jesucristo quien dijo de sí mismo: "YO SOY el Camino, LA VERDAD y la Vida" (Jn 14,6); en cambio,  según el Papa actual si cada uno elige seguir el bien y combatir el mal COMO LO CONCIBEN, eso bastaría para cambiar el mundo


[¡Qué disparate, Dios mío! Bueno ... en realidad tiene razón en eso de que cambiaría el mundo, pero no sería precisamente para su bien sino para su destrucción: Es lamentable tener que oir estas cosas saliendo de la boca del mismísimo Papa. ¡Es muy triste!]


Claro está: teniendo esta idea acerca de lo que es el bien y de lo que es el mal, ya no pueden extrañarnos todas esas frases del Papa que están dando la vuelta al mundo:

 "El proselitismo es  una solemne necedad y no tiene sentido". 

 «Que los que son cristianos lo hagan con la Biblia y que los que son musulmanes lo hagan con el Corán . La fe que vuestros padres os han inculcado os ayudará siempre a avanzar -les dice a los musulmanes»
No estoy interesado en convertir a los Evangélicos al Catolicismo. 

Y así un día y otro día, por activa y por pasiva, con expresiones que van siempre en el mismo sentido, un sentido que no es, precisamente, conforme al sentir de la Iglesia de veinte siglos.  ¿Cómo es posible que se haya llegado a esta situación en el seno de la misma Iglesia? ¿Es que estamos acaso ante un Papa hereje? ¿Será éste el Papa que aparece en las profecías de San Malaquías como el último Papa ... y estaríamos entonces en los últimos tiempos, previos a la venida del Señor?  No podemos saberlo. Sí sabemos que el Papa que tenemos es legítimo ... De eso no nos debe caber la menor duda ... pero, tal como están las cosas, se impone tener las ideas muy claras: su legitimidad como Papa no puede hacer que una mentira se transforme en verdad porque él lo haya dicho

(Continuará)