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miércoles, 19 de julio de 2017

Aclarando ideas (X): Sínodo de la familia [Froilán Aulé]

Aclarando ideas [Froilán Aulé]


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Recordamos que comienza con la promoción del Cardenal Walter Kasper en la primera audiencia pública, cuando el Papa Francisco recomienda su libro y dice, de este teólogo de ideas y propuestas heréticas, que es uno que hace teología de rodillas. Luego, lo nombrará único relator en el Consistorio preparatorio del Sínodo. Un sínodo en dos partes (¡¡!!). 

Del primer sínodo sale una relación intermedia escandalosa, la Relatio post disceptationem, verdadera manipulación donde se ponen puntos que no se habían debatido en la sala. ¡Tan escandalosa fue que el Cardenal Müller gritó “Vergogna!" [Vergüenza] y que el relator Cardenal Erdü, pese a ser considerado un progresista no quiso leerla y dirigiéndose a Mons. Bruno Forte, lo conminó a hacerlo ya que él -descubrió el Cardenal- era el autor. Forte es uno de los colaboradores cercanos a Francisco. 

Al final terminó todo en indefinición con un tema central, escogido por Kasper con el acuerdo de Francisco, sobre el caso de parejas irregulares que desean comulgar. Caso totalmente marginal. En las secciones sobre homosexualidad, sexualidad y divorciados vueltos a casar -como apuntaba Mons. Schneider- el texto representa una ideología neopagana radical.

El final de la historia es la Exhortación Post Sinodal "Amoris Laetitia" (AL) de Francisco y ese capítulo VIII, con sus notas al pie, que le piden cardenales, de una parte, y un grupo de 45 teólogos, filósofos y pastores de almas de distintas nacionalidades sea anulado porque es herético y contra toda enseñanza de la Iglesia. 

Entre los 45 firmantes hay prelados católicos, estudiosos, profesores, autores y sacerdotes de varias universidades pontificas, seminarios, colegios, institutos teológicos, órdenes religiosas y diócesis de todo el mundo. Ellos pidieron al Colegio Cardenalicio que, en su calidad de consejeros oficiales del Papa, dirigieran al Santo Padre una petición en la que se rechacen "los errores listados en el documento, en manera definitiva y final y se afirme, con autoridad, que Amoris Laetitia no exige que ninguno de esos sea creido o considerado como posiblemente verdadero"

Otros solicitan que quite lo que va contra la doctrina de la Iglesia, como por ejemplo donde Familiaris Consortio de san Juan Pablo II (n. 84) confirmaba la praxis, fundada sobre la Sagrada Escritura, de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados vueltos a casar mientras la Amoris Laetitia lo hace posibleDetrás del motivo pastoral se presenta un verdadero cambio de doctrina arropado en notas (como las 329, 336 y 351) y no explícitamente formulado como debería haber sido. El pedido unánime es que además de eliminar las inaceptables notas, las ambigüedades sean explicadas.

Ninguna solicitud tuvo respuesta de Papa Bergoglio como tampoco la tuvo la de Cardenales como Caffarra y la de los otros 13 Cardenales firmantes de aquella carta dada al Papa Francisco en plena sesión sinodal. Aquella carta fue calificada por la prensa como complot.

¡Vaya complot ése, con firmantes a cara descubierta que piden aclaraciones y rectificaciones por el bien de la Iglesia y la salvación de las almas! Los Cardenales Walter Brandmüller (presidente emérito del Pontificio Comité de Ciencias Históricas), Carlo Caffarra (Arzobispo emérito de Bolonia), Raymond L. Burke (Patrón de la Soberana Orden de Malta), y el Cardenal alemán Joachim Meisner, enviaron el 19 de septiembre de 2016 al Papa Francisco y al Cardinal Müller, una serie de cuestiones en la forma canónica de las "dubia" (que reclaman como respuesta sí o no) con respecto a Amoris Laetitia. 

Como no tuvieron ninguna respuesta dieron publicidad a su petición. Ésta fue publicada íntegramente por Corrispondenza Romana (Roberto de Mattei) y por Sandro Magister el 14 de noviembre de 2016 (...) Las dubia se refieren a las notas cuya ambigüedad lleva a interpretaciones heterodoxas.

AL presenta la ley de Dios sobre la indisolubilidad del matrimonio como un ideal inalcanzable para muchos, al que es necesario remediar humanamente . Desconoce la gracia y abre la puerta a la comunión a quienes viven en situación permanente de pecado

En AL, como en otras expresiones de este pontificado, campea la ausencia de sobrenaturalidad, del humanismo sin la gracia, en el fondo sin DiosEs tanto y tan grave lo que se expone en el capítulo VIII y en otras afirmaciones pastorales donde se niega o se hace ambigua la verdad, que personalidades católicas mundialmente reconocidas el 27 de septiembre de 2016 publicaron una Declaración en defensa de la familia y de la verdad

Entre los 80 firmantes iniciales (la lista luego se agrandó mucho), hay Cardenales como Caffarra, Burke, Pujats; obispos como Negri, Laise, Laun, Schneider; filósofos como Spaemann y Seifert, von Stockhausen, Waldstein; historiadores como De Mattei; teólogos, liturgistas, como Bux, Jindracek vicedecano del Angelicum, Iraburu; otros estudiosos y personalidades como Gotti Tedeschi.

(Continuará)

Mateo, ¿Por qué no eres sedevacantista? (por Beatrice Atherton)




No sé por qué razón atraigo a personas que lo único que intentan es que yo dude de mi fe, tome partido dentro de sus sectas o acoja sus propias verdades. Soy como un imán para fanáticos, gnósticos, mormones, masones y cuanta variedad religiosa o pseudoreligiosa se encuentra en el mundo. Quieren hacerse de una presa fácil conmigo, pero soy un hueso duro de roer y no me van a mover ni un centímetro. ¿Cómo no recordar a Charles Reding de la novela de J.H. Newman, Perder y Ganar, que estando a horas de ser recibido en la Iglesia Católica desde el anglicanismo, es visitado por una serie de personajes que, al enterarse que se hará católico, lo persuaden para que no proceda a hacerlo y en cambio, los siga a ellos en sus sectas? Bueno, ocurre que me topo a menudo con gente que intenta convencerme para que me una a sus credos o me haga partícipe de sus tomas de postura.

El asunto es que fui con mi familia a hacer las compras semanales en el supermercado. Estas compras son para mí bastante estresantes, no sólo porque la boleta final cada vez es más difícil de cancelar, sino porque mis hijos, mis siete hijos, han hecho un pacto implícito entre ellos para dejar a sus padres enfermos de los nervios mientras intentamos seguir la lista de compras que mi esposa prepara en casa para que no se le olvide lo que necesita. Mis hijos corren como si los pasillos fueran una pista de carrera, se me esconden entre la multitud y entre los carros. Intento no sacarles la vista de encima, y en varias ocasiones han dejado a su padre al borde de un nuevo infarto cuando uno de ellos se pierde en medio de las estanterías. Estaba en esta labor de vigilancia cuando de pronto alguien me saludó muy afectuosamente:

– ¡Mateo qué gusto verte! ¡Ha pasado tanto tiempo! ¡Hola María de los Ángeles!

Mi esposa saludó a mi amigo y se disculpó con él por no poder quedarse conversando ya que estaba con el apremio del tiempo. Ella se hizo cargo de seis de mis hijos y siguió comprando, y yo me quedé con el menor al que tomé en mis brazos. Ella sabe que cuando me pongo a conversar en el supermercado con alguno de mis conocidos, me descuido con los niños.

-Qué bueno que te encuentro. Justamente por estos días me había estado acordando de ti. ¿Tienes un momento para conversar ahora?

– Imposible. Tal como viste ando con mi familia y tengo que ayudar a Ángeles con los niños. ¿Por qué no vas a mi oficina en la universidad mañana a eso de las diez cuarenta y cinco?

-Perfecto. Estaré ahí sin falta. Quiero invitarte a un movimiento que estoy organizando en defensa de la fe. Me gustaría que dieras algunas charlas y si nos puedes ayudar monetariamente, mejor aún.

Cuando me dijo lo de “movimiento” yo entré a sospechar. Soy bastante reacio a los “movimientos”. Me considero como siempre lo he dicho, católico apostólico romano, a secas, sin nombre de grupos, ni de movimientos, ni de nada.

Quedamos en vernos al día siguiente y mientras corregía unas pruebas de mis alumnos en mi oficina llegó mi amigo. Lo hice pasar y comenzamos una conversación que me dejó un poco alterado.

– Como te conté ayer estoy formando un movimiento para defender la fe de siempre, un movimiento para combatir a la Iglesia conciliar.

El lenguaje lo delató de inmediato. Lo de “iglesia conciliar”, lo suelen usar los sedevacantes y me puse en alerta.

– A ver Celestino espera un momento, ¿de casualidad te has hecho sedevacante?

– Por supuesto Mateo, ¿acaso tú no? Tú siempre has defendido la doctrina tradicional, has combatido los errores, peleaste por la misa tradicional. ¿No me digas que reconoces a este antipapa como papa?

¡Por Dios! – pensé – esto no será fácil. Celestino, cuando yo le conocí, concurría a la antigua parroquia a la que yo también iba a misa a diario en mis tiempos de soltero. Ahí él formaba parte del grupo de los carismáticos. Unos años después se volcó hacia una congregación monástica, luego pasó a un grupo Ecclesia Dei, para después derivar en la Fraternidad. La última vez que lo había visto, fue precisamente ahí un día en que justo había ido yo a misa. Desde ese día ya habían transcurrido cuatro años en los que le había perdido la pista. Tiene una personalidad bastante dominante y se pone un tanto agresivo cuando sospecha que se le está llevando la contra. Posee lo que podría llamar una fuerte tendencia hacia el fanatismo, pues se le hace difícil entender que en la realidad existen las distinciones, tal como lo es en la metafísica, y que además, la Verdad no se puede separar de la Caridad con la cual se predica. La verdad que sostengo no se hará “más verdadera” si le predico con violencia o atacando al oponente con falacias y descalificaciones, y es eso precisamente lo que él no entiende.

En el último grupo religioso en el que estaba, había formado unas “milicias”. Hacían artes marciales y se preparaba para no sé qué clase de guerra religiosa con prácticas de tiro. Yo también practiqué arte marciales cuando estaba bueno y sano, pero nunca lo hice con el fin de agredir a otro, sino como elemento disuasivo y de defensa, pero estos tipos no, andaban buscando con quien probarse, y con quien pelear. Era tal su celo que se ponía afuera de la iglesia y vigilaba, junto a otros de sus compinches, para que ninguna mujer entrara sin velo, llegando al extremo de prohibirles a muchas su asistencia a misa por ir sin él. Una vez yo lo vi siendo muy duro con una jovencita que osó entrar sin su velo. En esa ocasión me acerqué a él y le sugerí tener una cajita con velos para prestárselos a las mujeres que no lo tuvieran.

– Los velos son escasos y no cualquier persona sabe cómo hacer uno, ni dónde encontrarlo. En vez de echarlas y humillarlas, ¿por qué no traes tú una buena cantidad de velos y se los ofreces en el atrio con una amable sonrisa para que lo usen en misa? Tal como lo leí una vez en un blog amigo, no hagas odiosa la Tradición, de lo contrario únicamente consigues alejar a la gente.

Aunque no le había visto en años, sin embargo había tenido otro contacto con él a través de la internet. En esa ocasión se había enfrentado conmigo en una discusión muy fuerte en un foro, donde públicamente me trato de hereje porque yo defendí el bautismo de deseo y de fuego los cuales él negaba. Yo no quise seguir polemizando con alguien a quien no iba a sacar de su posición, y además la discusión por parte suya, se tornó agresiva y descalificadora. Ya daba cuentas del camino que él estaba por tomar. Por eso no dejó de sorprenderme que se acercara a mí como si nada hubiera pasado y encima, quisiera invitarme a su neomovimiento.

Le respondí que seguía siendo igual y que no había girado mi posición hacia ninguna parte.

– No, no soy sedevacante y no pretendo serlo.

– No puedes seguir a un papa falso, porque te estás haciendo partícipe de sus errores y de la destrucción de la Iglesia. Este papa es un hereje y tú lo sabes.

– Me vienes con el silogismo de siempre: un hereje no puede ser papa, Francisco es un hereje, luego no puede ser papa. No sabía que te habían dado autoridad para destituirlo.

-Desde el momento que cae en herejía, queda automáticamente destituido por sí mismo.

Para eso debe existir una herejía formal. Si bien ha dicho bastante necedades, imprudencias y errores no está en herejía formal hasta donde yo sé. ¿Crees que no me duele ver la crisis que hay? ¿Crees que no soy consciente que cada día que pasa la abominación de la desolación se hace más patente en el seno de la Iglesia? Claro que lo veo, pero no tengo la autoridad para deponer al papa. Quien lo debe destituir es Cristo mismo o un concilio imperfecto, no yo, Mateo, que es un simple fiel que intenta mantener lo que ha recibido: la fe íntegra. Sigo asistiendo a la misa tradicional, me confieso, cumplo mis deberes de estado, procuro estudiar la doctrina. Vivo sabiendo que en Roma está el papa y punto. Cuando diga o haga algo que esté en contra de la fe, lo resistiré, es decir, no lo obedeceré porque hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. Cualquier cosa que esté en contra de lo enseñado por Cristo y por la Iglesia no debe ser obedecida. Pero de ahí a que yo como simple laico, destituya al papa, eso es otra cosa. Un acto de imprudencia y de fuerte celo nos puede llevar a cosas aún peores de las que intentamos salvar. No puedo disparar si no tengo la certeza de que el ruido que escucho en el jardín es de un ladrón o se trata de mi mascota. No tengo yo las herramientas ni la autoridad para juzgar a la autoridad y declararla nula. Lo que hago es no obedecer al error, y eso es algo muy diferente a no reconocerlo como papa.

-Si lo reconoces como papa estás siendo cómplice de sus errores, porque te haces parte de una Iglesia cuya cabeza está en herejía. Por tanto tú también eres un hereje.

– Es la segunda vez que me llamas así. ¿Hasta cuándo insistes en condenarme? ¿De dónde viene este afán tuyo de defensor fidei? Recuerda que Enrique VIII también era defensor fidei y mira en lo que terminó. Cuando la fe está en peligro estamos, como dice Santo Tomás, obligados a predicarla, con firmeza, con claridad, pero no atribuyéndonos funciones y autoridad que no tenemos. Hay que denunciar, gritar si es necesario. Lo que está mal, lo que está en contra de la doctrina y de las palabras de Cristo no se obedece y punto. Ir más allá como lo haces tú es el camino más fácil: formo mi propia iglesia, soy su propio juez. Sabes Celestino, tengo varios amigos sedevacantes. De hecho le tengo un gran aprecio por uno de ellos, tenemos una muy buena relación de amistad porque nunca ha tratado de imponerme su posición teológica, ni me ha tratado de hereje, ni me ha dicho, como tú sí me lo has dicho, que estoy siendo reo de condenación. Hay gente que actúa de buena fe con esto, pero están equivocados. Por lo demás, ¿dónde está el límite? ¿Cuándo quedó la sede vacante según tú? ¿Desde Juan XXIII? ¿Desde Pablo VI? ¿O antes en el Concilio Vaticano I? Si no hay papa, no hay obispos, si no hay obispos no hay sacerdotes, si no hay sacerdotes no hay sacramentos, ¿dónde está la Iglesia? ¿Dónde está el Cuerpo Místico de Cristo, con su jerarquía, con sus sacerdotes, con sus fieles? ¿En tu grupo de sedevacantes? ¿Cuál de todos los grupos de sedevacantes que pululan por el mundo es para ti la Iglesia?

-Sabes que la Iglesia está socavada por el modernismo y sigues recibiendo los sacramentos y asistiendo a su misa motu propio sabiendo la teología que hay detrás y que sólo es parte del ecumenismo. Yo sé lo crítico que has sido con el Concilio Vaticano II y ahora haces beneficio de inventario asistiendo a la misa motu propio y recibiendo sus sacramentos.

– ¿Beneficio de inventario? Bueno, así le dices tú, pero yo no puedo sostener mi vida espiritual sin los sacramentos. Por otra parte, el mismo CV 2 no me obliga a nada, no hay condenas ni listado de errores, ni definición de ningún dogma. En mis cursos les he señalado a mis oyentes que contiene errores que el tiempo se encargará de eliminar, si es que no lo elimina por completo. Te insisto, yo no soy un tribunal. Yo no elegí al papa y por tanto, tampoco puedo destituirlo. No me compete. Me compete salvar mi alma con los medios que Dios me da. Ya tengo bastante con eso y con lo que tengo que luchar interna y externamente para ser un buen católico y no dejarme llevar por la corriente del mundo. No vivo en torno a lo que dice o no dice, hace o no hace el papa, ni a quien recibe, ni las fotos ridículas que se saca. Lo que de verdad me preocupa es que enseñe errores y de eso me ocupo, lo denuncio y lo combato, pero no le declaro papa falso. ¿Por qué voy a tener que abandonar yo la Iglesia? No, resisto desde dentro, combato desde dentro tal como lo hicieron los fieles, sacerdotes y monjes en el siglo IV. Fueron ellos los que conservaron la Tradición, y como dice Newman fueron los obstinados campeones de la verdad católica. Nunca se fueron de la Iglesia ni fundaron una aparte a pesar de que el grueso de los obispos había caído en el arrianismo presionados por el Emperador Constancio. Procuro llegar a ser santo en medio de los lobos, acompañando al Cristo doliente en la Cruz, sabiendo que somos cada día menos los que vivimos conforme a lo que Dios manda.

– ¿Y qué vas a hacer en octubre? ¿Vas a apoyar el documento final de la iglesia conciliar y apóstata a la que perteneces?– me dijo mientras se ponía de pie para despedirse. Sabía que no iba a sacarme de mi posición y yo tampoco iba a convencerlo a él.

– En octubre lo sabremos. No quiero especular, pero no faltan ya los cardenales y obispos que, en caso de ir en contra de lo ordenado por Cristo, resistirán a la autoridad tal como lo haré yo y como lo he hecho cuando algo va en contra de la doctrina.

Se despidió de mí en forma muy fría. Se fue muy molesto. Estaba tan enojado conmigo que estoy seguro que si hubiera tenido una espada me habría cortado la cabeza por ser un hereje según él. Al día siguiente revisé el dichoso foro en el cual me había enfrentado y me encontré con la desagradable sorpresa que volvió a llamarme apóstata, hereje, modernista, cómplice de la iglesia conciliar y un largo etc. No voy a responderle, ni me defenderé de las calumnias, no vale la pena. Yo estoy en paz con mi conciencia: no soy sedevacante ni tampoco papólatra soy un católico tratando de ser fiel a Dios y a la Iglesia.

OBJETIVO "1984": Pensamiento único y educación (por José Martí) [2 de 6]

Antonio Gramsci y Pablo Iglesias

Pero aún no hemos llegado al final: el Estado se ha propuesto, como uno de sus objetivos prioritarios, encargarse de la "educación" (¡perversión!)  de los niñosde modo análogo a como se viene haciendo ya en todos los países de corte totalitario. En realidad, en mayor o menor medida, esto siempre ha ocurrido. La diferencia con el pasado es que tal intervención estatal ahora se ha sistematizado; esto ocurre ya en muchos países. Un gran precursor [en la sombra] de estas ideas sistematizadas fue el fundador del partido marxista en Italia, Antonio Gramsci (1891-1937), quien consideró que la "educación" (y no la guerra) es el medio más eficaz de difusión de la ideología comunista en la sociedad

Gramsci es el referente básico y fundamental de "PODEMOS". Pablo Iglesias es un gran admirador suyo (tal vez el mayor) y está dispuesto a poner en práctica todo el ideario de Gramsci. Es más: no lo oculta; e incluso se vanagloria de ello, con total impunidad.  Ha afirmado repetidas veces, con claridad meridiana, que si llega al Poder quiere tener el control de todos los medios de comunicación y de la educación. Ese es su objetivo: cambiar la mente de los niños conforme a esta ideología perversa, que es hoy la ideología de género [lo que antes era "igualdad" de clases, hoy es "igualdad" de género]

Da la impresión, sin embargo, de que la gente no se entera de lo que eso significaría, si llegara a ponerse completamente en práctica. Parece que no va con nosotros y miramos a otra parte. Si así fuese, seríamos responsables de complicidad por omisión o cobardía. 

Hagamos el intento de reflexionar un poco, si aún no hemos perdido del todo esa capacidad. Yo me pregunto: ¿Por qué tanto interés en hacerse con la educación del país? Y la respuesta, a poco que se piense, no es difícil de averiguar; y es ésta: puesto que se trata de llegar al Poder, el modo más eficaz de lograrlo y de "transformar" la sociedad es convertir a las personas en alfeñiques y en títeres, sin personalidad alguna, sin ideas propias; que no sean capaces de pensar por sí mismos. Así serán más fácilmente manipulables. No es el bien común lo que les interesa sino la puesta en práctica de su perniciosa ideología, una ideología que destruye al ser humano como persona, al más puro estilo Gran Hermano.  ¡Y para conseguirlo nada más eficaz que adoctrinar a los niños en los colegios, desde su más tierna infancia, tanto en las ideas marxistas como en la ideología de género; es decir, adoctrinarlos en la mentira y hacerlos peleles

El último paso, aplicando la lógica, sería quitarle la patria potestad a los padres. Si esto se llegara a conseguir, "su" batalla estaría ganada ... y las consecuencias serían devastadoras para toda la sociedadUna vez que el Partido [usando la terminología marxista], a base de palabras que no significan nada realmente (como igualdad, solidaridad, libertad, hermandad, democracia, etc...) se hiciera con el Poder, si ello llegara a ocurrir [¡Dios no lo permita!] tendría ya asegurado el control absoluto de la población con la agravante de que se eternizaría en el Poder, tal y como ocurre en todos los países totalitarios que conocemos actualmente: Venezuela, Cuba, Corea del Norte, etc... por no contar lo que supuso para la humanidad el régimen comunista de Lenin y de Stalin (con más de cien millones de muertos). 

Las intenciones de Poder absoluto en Podemos están muy claras. (¡no nos engañemos, pues eso es lo único que les importa, no el bien común sino alcanzar el Poder!). Es cierto que todavía queda un poco de memoria en la gente. Sin embargo, lenta y paulatina, pero eficazmente, se han propuesto y están consiguiendomediante la aplicación de la Ley de Mentira Memoria Históricaque esa "poquita" memoria que aún queda en la gente  se vaya desvaneciendo hasta desaparecer por completo. Cambiando el pasado histórico por otro inventado, la Historia cambiaría [lo que realmente ocurrió nunca habría ocurrido] de modo análogo a como sucede en la novela de George Orwell (1984). Y llegaría así un momento en el que la humanidad entera, al completo, quedaría esclavizada: tal es el objetivo a conseguir. 

Podríamos pensar que la gente no es tan tonta (salvo excepciones) y que ya conoce de qué pie cojean los comunistas, etc, etc... y que, ni por asomo, se les va a ocurrir el votarlos: ¡estarían locos!. Y sí: todo eso está muy bien y yo, en parte, también lo creo ... por ahora [aunque cada vez menos]. Lo que ocurre es que el problema, el problema real con el que nos enfrentamos no es solamente la posible llegada al Poder de los comunistas ... lo que, sin duda, sería gravísimo para la sociedad española. 

¿Y qué puede haber peor? -nos preguntamos. Y yo preguntaría, a mi vez: ¿Hemos oído hablar, alguna vez, del llamado "pensamiento único"... o, lo que es igual, del pensamiento "políticamente correcto"? De seguro que sí, pues tales expresiones aparecen continuamente en los medios. Pues bien: la exclusiva del llamado "pensamiento único" [o, si se quiere, "lo políticamente correcto"] no la tiene el Partido Comunista. Ese "pensamiento único" que pretende implantarse en la sociedad (aun cuando sea muchas veces anticientífico) forma parte del Sistemaese Sistema que tiene un gran poder, ese Sistema que es el que mueve los hilos y ante el cual se inclinan TODOS los partidos políticos y digo TODOS porque ... ¿En qué se diferencia, realmente, Podemos del PP, del PSOE o de Ciudadanos, en cuanto a lo que a la perversa ideología de género se refiere? : ¡En nada, absolutamente en nada: todos son iguales! ... comenzando con la ley Cifuentes del PP 

En política [o mejor, en la política que nos ha tocado vivir], por desgracia, lo único que cuenta es el Poder y para conseguirlo no importan los medios que se utilicen. Tenemos los ensayos del marxismo, con más de cien millones de muertos, los del nazismo con más de cinco millones y, en general, el motivo determinante de todas las guerras ha sido, y sigue siendo, la consecución del Poder. Porque hoy en día esto no ha cambiado, aunque el método usado para conseguir este Poder es diferente.Como digo, mediante el uso de bellas palabras como tolerancia, respeto, humanidad, igualdad, democracia, etc ... [que son todas mentira; y además significan cosas completamente diferentes para cada uno] lo que se pretende siempre es hacerse con el Poder, con ese "anillo único" [del que hablaba J.R.R.Tolkien en su extraordinaria trilogía del Señor de los anillos] que sirve "para dominarlos a todos"

Y ... llegados al Poder se acabó la igualdad, la tolerancia, el respeto, la democracia, la libertad y todos los valores. Éstos serán cambiados por anti-valores y los auténticos valores serán perseguidos, siendo considerados como fobias y fomentadores del odio. A quienes los pongan en práctica, se les llamará homófobos, islamófobos, etc ... y se les perseguirá por ello. Y no hay que esperar al futuro. Esto es ya hoy una realidad ... aun cuando todavía no se ha llegado a esa sociedad "igualitaria" por la que luchan ... y esperemos que no ocurra nunca. Ese es, pues, el objetivo a lograr, eso es lo que pretende el Sistema: que haya un único modo de pensar, aquél que coincida con lo que el Gobierno Totalitario dictamine.
(Continuará)