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sábado, 8 de julio de 2017

¿Es católico el papa Francisco? [2 de 2] (por José Martí)

[Para leer la primera parte hacer clic aquí]
El ateo Eugenio Scalfari y el papa Francisco
- Me parece que sí. Pero eso es sólo algo anecdótico. De algún modo él se corrige a sí mismo en lo segundo que dice. ¿Podrías ponerme algún ejemplo más? Sólo uno, porque no quiere cansarte ... ni cansarme.

- ¡Hay tantos! ... Pero mira: En este mismo blog, en los comienzos del Pontificado de Francisco, hay una entrada que me impresionó favorablemente y por eso la coloqué [luego he ido haciéndome consciente de que no importa que las palabras sean bonitas pues, a veces, se quedan sólo en eso. Y el fondo ortodoxo que uno supone que contienen no es tal ... aunque esto lo he aprendido con el tiempo]. Fue el 23 de abril de 2013, en que el papa celebró el día de san Jorge, su patrón. Después de dar gracias a todos por haber venido; y sin papeles, pero apoyándose en el Evangelio del día, siguió un guión centrado en tres ideas:  La relación entre la expansión misionera de la Iglesia (empujados por el Espíritu Santo) y la persecución de los cristianosel papel de la Iglesia como madre y la alegría que siente el apóstol al evangelizar.

Centrándome en el segundo punto estas dos ideas fueron las que destacó: 
  1. No es posible encontrar a Jesús fuera de la Iglesia
  2. Es necesario pedir al Señor el fervor apostólico que nos empuje a transmitir el nombre de Jesús en el seno de la Iglesia, que es jerárquica y católica.
Como ves, bellas palabras que, en principio, son intachables. El problema surge cuando nos encontramos con otras palabras, dichas igualmente por Francisco, tales como: 

"El proselitismo es una solemne tontería" 

[Pero, ¿acaso no ha hablado del fervor apostólico necesario para transmitir el Nombre de Jesús? ¡A ver si nos aclaramos!]

"Pido humildemente perdón, no sólo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América" 


¿Pedir perdón por hacer el bien y dar a conocer a Jesucristo a aquellos indígenas cuyas prácticas no eran, precisamente, angélicas? Falta cierto conocimiento de la Historia de América tanto en estos 500 años de evangelización como en los siglos anteriores. Esta colosal obra evangelizadora ha sido elogiada a lo largo de los siglos por las voces más autorizadas de la Iglesia. Además, debemos saber que la Iglesia, aunque formada en su parte visible por miembros sujetos al error y pecadores, es , en sí misma, santa e inmaculada. Así lo decimos en el Credo: Creo en la Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostólica. No se pueden atribuir los errores y pecados de algunos individuos de la Iglesia, a la propia Iglesia, en cuanto tal] 

Francisco: “Los que son cristianos, con la Biblia, y los que son musulmanes, con el Corán”. “La fe que os dieron vuestros padres os ayudará a salir adelante.” 


[Si esto es así, entonces parece ser que cuando Francisco dijo -más arriba- que no es posible seguir a Jesús fuera de la Iglesia, no se estaba refiriendo a que fuera de la Iglesia no hay salvación, ni a que Jesucristo sea el Único por medio del cual podamos salvarnos. Simplemente, lo que quería decir es que para ser católicos hay que estar en la Iglesia ... no mucho más. El lenguaje ambiguo que utiliza Francisco nos hace caer, muchas veces, en el error de pensar que ha dicho algo ortodoxo cuando, en realidad, se trata de verdades a medias o, lo que es igual o peor, mentiras a medias, que son las que más confunden ... ¡Por supuesto que no se puede encontrar a Jesús fuera de la Iglesia! , como dijo Francisco y como sabemos todos ... pero no es suficiente acabar ahí el mensaje, como si ya estuviese dicho todo. Ése es el engaño, y tenemos que estar prevenidos pues, por lo que parece y según Francisco -y no sólo según él- la salvación puede encontrarse en cualquier religión e incluso aun cuando no se tenga ninguna. Y esto es una blasfemia contra el primer Mandamiento]

- Creo que empiezo a comprender el porqué del título de esta entrada.

- Y, por si aún no ha quedado lo suficientemente claro, el video del papa de enero de 2016, comentado por mí, es lo suficientemente explícito para dejarnos con la idea de una especie de religión universal, en la que el único "dios" es el hombre. La noción de Dios es relativa. Cada cual se fabrica un "dios" a su medida. Todo es relativo, excepto la afirmación de que "todo es relativo", la cual es absoluta. Como puedes ver, éstas y casi infinitas declaraciones más (u omisiones) de Francisco son las que me llevan a concluir que, definitivamente, el papa Francisco no es católico.

- Me dejas perplejo ... porque, entonces, ¿tenemos o no tenemos Papa? Lo digo porque, dada la infinidad de herejías y de blasfemias y de doctrinas contrarias a la fe de siempre ... que surgen de su boca, propiamente hablando no sería Papa, dado que no está dando testimonio de Jesucristo

-Es difícil contestar a esa pregunta. Viene a decir lo siguiente. Si está claro que el Papa es hereje, y puesto que eso es contradictorio, está claro que Francisco no es Papa ... y  nunca lo habría sido, en realidad. 

En principio eso es correcto: No es posible confesar a Jesús, al mismo tiempo que se está negando su divinidad, puesto que, decir: "los católicos con la Biblia", "los musulmanes con el Corán", etc ... equivale a afirmar que hay un Dios, un Ser, que no sabemos cómo es ... y que luego, cada uno se fabrica a su medida. Unos hablan de Jesús, otros de Mahoma y Alá, otros de Buda, ... ¿qué más da? Decir que no existe un dios católico, como así dijo en su entrevista con el ateo Scalfari [a quien por cierto, ha llamado de nuevo por teléfono] equivale a afirmar, en su idioma neomodernista, lo que luego dijo, de modo taxativo, y que ya he comentado en este blog: que Dios no puede ser Dios sin nosotros . 

En palabras más claras: Dios es un invento del hombre (aunque Francisco no usa este lenguaje directo e inequívoco): para un católico Dios es Jesús, para un musulmán es Alá, para un judío es Yavé, para un budista es Buda, ... Volvemos, otra vez, al pabellón de los dioses: Júpiter, Neptuno, Marte, Venus, Baco, ... lo que supone un auténtico retroceso en la historia de la humanidad. El verdadero progreso vino con Jesucristo, quien se manifestó como el Único y verdadero Dios, en quien se cumplían todas las promesas hechas por Yavé al pueblo judío en el Antiguo Testamento

Por no inclinarse ante los falsos dioses y proclamar que sólo hay un Dios y que éste se ha manifestado en Jesucristo, muerto y crucificado, los primeros cristianos estuvieron dispuestos a dar su vida y morir antes que traicionar a Jesucristo. Sin embargo, según Francisco, la fórmula de la felicidad, es "vivir y dejar vivir". Es evidente que el ser católico, para Francisco, no es algo esencial, algo sin lo cual la salvación es imposible. De ahí su interés por el "ecumenismo", por el "diálogo" interreligioso; todo queda reducido al sentimiento, en una especie de sincretismo o mezcla de religiones, en donde cada uno reza a "su dios" ... ¿a qué dios? ... porque es que, aunque como católico adores a Jesucristo, éste no dejaría de ser "otro dios más, dentro de ese conjunto de falsos dioses",  al cual  -eso sí- sólo puedes encontrar dentro de la Iglesia: ¡He aquí el engaño! 

Quienes así actúan no están considerando a Jesucristo como el Único Dios, pues piensan que los demás lo están haciendo bien, todos y cada uno, cuando adoran a "su dios". Se trata de un auténtico ataque a la divinidad de Jesucristo y, por lo tanto, de algo diabólico ... [el beso al Corán del papa Juan Pablo II es algo difícilmente explicable; aunque yo no entro aquí en juicios de ningún tipo. Expreso sólo mi desconcierto ante esa imagen que ha recorrido todo el mundo] 

Y es que el problema de fondo no es tanto Francisco, como el Concilio Vaticano II, con el que hay que comulgar sí o sí.  No parece sino que se quisiera cambiar la historia,  haciendo creer a todos que la Iglesia comenzó con el Concilio Vaticano II, hace poco más de cincuenta años: ¡ curiosamente, el CVII fue un concilio que nació siendo puramente "pastoral" y que, sin embargo, no sólo no es pastoral sino que, para colmo y pese a que se diga otra cosa,  es lo cierto que, a raíz de este concilio, se están pasándose por el arco del triunfo muchos de los dogmas de fe de la Iglesia, entre ellos el de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía (aunque no se diga claramente). 

Ahí tenemos, sin ir más lejos, la exhortación "Amoris Laetitia" que rompe con la indisolubilidad del matrimonio, siendo ésta un elemento esencial en la fe de cristiano, puesto que así fue explícitamente establecido por Jesucristo: "El que se casa con otra, adultera" ... ¡y ahora incluso se comulga, en estado de adulterio, en bastantes diócesis ... todo ello permitido por sus cardenales! ¿Esto es católico? NO, no lo es.  

Se quiere, por todos los medios, canonizar el Concilio Vaticano II. De hecho ya se han canonizado o beatificado a todos los papas que ha habido desde su inicio: Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II, ... Sólo falta canonizar en vida a Benedicto XVI y al propio Francisco ... ¡Un auténtico disparate, en mi opinión!. Porque, además, eso suele coincidir (¡pura casualidad!) con el olvido de los grandes santos que ha tenido la Iglesia. 

Y, en concreto, hay que decir que el olvido y el desconocimiento de santo Tomás de Aquino por los aspirantes al sacerdocio está suponiendo un grave daño para la Iglesia, como bien lo anunciaba ya el papa San Pío X.

- Sigue, por favor. Estoy que no salgo de mi asombro

- El problema que está planteado, a mi entender, es de tipo jurídico y formal. Nosotros, como seglares, no podemos hacer nada ... en este sentido... pues la Iglesia necesita de una cabeza visible. No podemos hacernos cada uno nuestra Iglesia. Eso es absurdo. Tendrían que ser los cardenales quienes hablaran. Ya cuatro de ellos (uno de los cuales falleció el 5 de julio) le presentaron unas Dubia a Francisco acerca de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, a las cuales no contestó. Luego, el 19 de junio, después de conocerse que el 25 de abril pidieron audiencia al Papa, se hace pública esta nueva petición. Y nos enteramos de que tampoco han recibido respuestaEl Papa calla y mientras tanto, no deja de nombrar cardenales afines a su modo de pensar y, al mismo tiempo, va "destituyendo" (de manera más o menos encubierta) a quienes se mantienen fieles a la Tradición de la Iglesia de siempre. Un proceso que va "in crescendo", de modo acelerado. 

Hay muchos otros cardenales que están de acuerdo con estos tres cardenales (pues ya no son cuatro, al haber fallecido uno de ellos), pero tienen miedo, por decirlo de algún modo. No quieren perder sus privilegios o vete tú a saber cuáles son las razones por las que callan. 

Se requiere, se hace precisa, una denuncia formal por parte del mayor número posible de cardenales, de aquellos que aún no hayan perdido la fe en Jesucristo, como verdadero Dios y verdadero hombreY esto debe de darse ¡ya! Con razón se quejaba el Señor en la parábola del administrador injusto (cfr Lc 16, 1-8) cuando decía que "los hijos de este mundo son más sagaces para sus cosas que los hijos de la luz" (Lc 16, 8): ¡Qué razón tenía! ... aunque lo dice como queja, en mi opinión, pues su deseo es que, en ese sentido, también deberíamos de ser astutos los que queremos ser sus discípulos: "Mirad que os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas" (Mt 10, 16)

- Entonces, ¿qué? ... porque sigues sin contestar a mi pregunta. ¿Tenemos o no tenemos Papa? ¿Es que está la sede vacante?

- Yo me atrevo a decir, aunque es una simple opinión, lo que ya te he adelantado antes.  Jurídicamente hablando, sí tenemos Papa,.. ¡de momento! [lo que no significa que tengamos que hacer lo que él dice, si lo que dice se opone a lo que siempre ha dicho la Iglesia. Esto tiene que quedar claro]... ¡hasta que den un paso al frente los cardenales ... ¡eso que tanto estamos esperando y que tanto se está dilatando! ... ¡y que lo hagan aunque se jueguen en ello la vida y aunque esa decisión llevada a cabo, conlleve un cisma en la Iglesia. 

En realidad, tal cisma ya existe -de hecho- pero de modo confuso. Todos pretenden ser católicos, tanto los que están con Francisco como los que no lo están. Y no se cae en la cuenta de que con quien hay que estar o no estar es con Jesucristo y con la Tradición y el Magisterio Perenne de la Iglesia de dos mil años ... y no con uno o varios papas que se han dejado fagocitar por el mundo y por este "modernismo"  malsano que pretende acabar con la Iglesia y que fue condenado expresamente por el papa San Pío X como "la suma de todas las herejías"

A nosotros sólo nos queda rezar y hacer penitencia, tal y como dijo la Virgen María a los tres pastorcitos de Fátima, en su tercera aparición el 13 de julio de 1917 (faltan tan solo cinco días para que se cumplan 100 años desde esa fecha). No podemos hacer otra cosa

Y, sin embargo, es ahora cuando tendríamos que estar más alegres que nunca, porque estamos "literalmente" en las manos de Dios. Nuestra situación es la de una debilidad extrema pero, precisamente por eso, podemos decir con san Pablo: "Con mucho gusto me gloriaré en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo" (2 Cor 12, 9). Y continúa diciendo: "Por eso me complazco en las flaquezas, en las afrentas, en las necesidades, en las persecuciones, en las angustias por Cristo: pues cuando soy débil, entonces es cuando soy fuerte" (2 Cor 12, 10).

Por otra parte, el mismo san Pablo dice en su primera carta a los corintios: "Es conveniente que haya entre vosotros desacuerdos, para que se pongan también de manifiesto entre vosotros los que son de probada virtud" (1 Cor 11, 19). Y, en otro lugar, en su carta a los romanos: "Ya es hora de que despertéis del sueño, pues ahora está más cerca de nosotros la salvación que cuando creímos. La noche está avanzada y el día está cerca. Abandonemos, pues, las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz" (Rom 13, 11-12)

Alguno podría preguntarse si es que estamos acaso en el final de los tiempos, puesto que son muchas las señales predichas por Jesucristo que se están cumpliendo claramente. No lo podemos saber, pero el hecho de que se produzcan estas señales debe de ser una razón más para vivir vigilantes y en estado de gracia de modo que cuando venga el Señor nos encuentre en vela. 

La necesidad de la vigilancia es una constante para el cristiano en toda época histórica; sin embargo, la situación histórica actual que estamos viviendo nos lleva a pensar, inevitablemente, que "el Señor está cerca" (Fil 4, 5) [podríamos decir que está "más cerca que nunca"]. Y por eso mismo, precisamente, sólo tenemos motivos para estar alegres: "Alegraos siempre en el Señor; de nuevo os lo digo: alegraos (...) Por nada os inquietéis" (Fil 4, 4.6). Hay una entrada en Adelante la Fe, del padre Custodio Ballester, en la que habla, precisamente, de esta alegría, que es lo propio del cristiano.

No sé si con esto habrás quedado satisfecho. Piensa que mientras vivimos en este mundo somos peregrinos, pues nuestra verdadera patria es el cielo. Ahora tenemos que vivir de la fe, como decía san Pablo: "El justo vivirá por la fe" (Rom 1, 17, Gal 3, 11; Heb 10, 38). Pero "la fe es certeza de las cosas que se esperan" (Heb 11, 1) y, además, como decía san Juan: "Ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe" (1 Jn 5, 4) y añadía: "¿Quién es el vencedor del mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?" (1 Jn 5, 5) 

Por eso no debemos de preocuparnos, sino todo lo contrario. A este respecto podemos recordar lo que decía san Juan de la Cruz, en una de sus estrofas de la Noche Oscura del Alma


¡Oh noche que guiaste!
¡oh noche amable más que el alborada!
¡oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!

La oscuridad en la que vivimos es más amable que la luz, si Cristo está con nosotros y nosotros estamos con Él. Esto no debemos de olvidarlo nunca.

José Martí