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viernes, 17 de febrero de 2017

Comunión para todos, católicos y protestantes. Palabra de Kasper; bueno, mejor dicho, del Papa (Sandro Magister)

Cardenal Kasper
La oscuridad con la que el Papa Francisco ama hablar y escribir sobre las cuestiones más controvertidas es una constante en su magisterio, una oscuridad que tocó el cenit en la respuesta que dio el 15 de noviembre de 2015 a una luterana casada con un católico que le preguntó si también ella podía acercarse a la comunión en la misa:

>; Sì, no, non so, fate voi. Le linee guida di Francesco per l'intercomunione con i luterani

Pero son los personajes e intérpretes que están más cercanos a él: cardenales, obispos, teólogos, jesuitas, periodistas, quienes disipan las dudas sobre su pensamiento real.

He aquí lo que ha dicho hace unos días a propósito de la intercomunión entre católicos y protestantes el cardenal preferido del Papa, el alemán Walter Kasper, en una entrevista transmitida por la televisión estatal italiana:
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K. – Hoy ya no somos enemigos, somos amigos, somos hermanos y hermanas. Hemos empezado este camino ecuménico y ya hemos dado muchos pasos hacia adelante. Tenemos la esperanza cierta de alcanzar un día la plena comunión. Ya hay mucha comunión entre nosotros.

D. – ¿Una comunión también en lo que atañe a la mesa eucarística?

K. – Sí, la comunión común en ciertos caso creo que sí. Si [dos cónyuges, uno católico y el otro protestante] comparten la misma fe eucarística -este es el supuesto- y están dispuestos interiormente, pueden decidir en su conciencia recibir la comunión. Esta es también la posición, creo, del actual Papa, porque hay un proceso de ir juntos. Y delante del altar una pareja, una familia, no se puede dividir.


[Se pueden escuchar estas palabras de Kasper a partir del minuto 8'08''y hasta el minuto 9'32'' del programa "Protestantesimo" del 31 de enero de 2017, en Rai2]


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Mientras tanto siguen las intervenciones cuyo fin es confirmar, en nombre del Papa, que la exhortación apostolica "Amoris laetitia", a pesar de las oscuridades y dudas que plantea, sí es "clara" en su admisión de los divorciados que se han vuelto a casar a la comunión, aunque continúen viviendo "more uxorio".

Resumiendo:

- La primera persona a la que el Papa confió públicamente la tarea de interpretar así su pensamiento fue el cardenal Christoph Schönborn, en la presentación oficial de "Amoris laetitia" el 8 de abril de 2016.

- Después, el 5 de septiembre, fue el Papa personalmente quien escribió a los obispos de la región de Buenos Aires una carta de aprobación por su línea permisiva.

- Al cabo de pocos días, el 19 de septiembre, fue el cardenal Agostino Vallini, vicario del Papa para la diócesis de Roma, quien dictó a sus sacerdotes, en la catedral de San Juan de Letrán, instrucciones similares previamente aprobadas por su directo superior.

-A continuación "L'Osservatore Romano" publicó, el 14 de enero de este año, claramente animado desde arriba, el vía libre a la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar concedido por los obispos de Malta.

- De nuevo "L'Osservatore Romano" dio gran difusión, el 2 de febrero, a las directrices aún más "progresistas" publicadas por los obispos de Alemania.

- El 10 de febrero, el periódico de la Santa Sede publicó la presentación que había hecho el cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo emérito de Barcelona, a un libro suyo titulado "Cómo aplicar Amoris laetitia", escrito en "agradecimiento" al Papa por "haber actualizado al tiempo presente la enseñanza de la Iglesia".

- Y por último, "L'Osservatore Romano" ha reproducido el 15 de febrero el elogio que el teólogo Maurizio Gronchi ha tributado a un opúsculo del cardenal Francesco Coccopalmerio sobre las "novedades" del capítulo ocho de "Amoris laetitia", opúsculo presentado como grato al Papa e, incluso, pedido por él.

Hasta aquí la "pars construens" a día de hoy que, como se puede bien observar, se ha acelerado en los últimos días en concomitancia con los "acontecimientos recientes" (un manifiesto y una falsa página de "L'Osservatore Romano" que, irónicamente, denunciaba las incoherencias papales), que han inducido a los nueve cardenales del consejo que coadyuva a Francisco en el gobierno de la Iglesia a manifestarle el 13 de enero "su adhesión y apoyo".

Pero en la estrategia comunicativa de Francisco está también la "pars destruens", es decir, el rechazo persistente y despreciativo de responder a las dudas que le presentaron cuatro cardenales sobre los puntos oscuros de "Amoris laetitia", como también el ostracismo al que parece estar condenado el cardenal Gerhard L. Müller, prefecto de la congregación para la doctrina de la fe y portador, también él, de interpretaciones no gratas al Papa simplemente porque se mantiene firme en el magisterio anterior de la Iglesia.

(Traducción en español de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares, España)