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viernes, 1 de abril de 2016

España, a un paso de la ruptura institucional. Felipe VI apoya a Pedro Sánchez como presidente (Eulogio López)

La cosa la empezó Rajoy, pues cuando el jefe del Estado le propone formar Gobierno, como presidente de la lista más votada, don Mariano se nos pone fino y asegura que no, que vendrán a rogarle cuando fracasen los demás.
A bodas me convidan, pensó Pedro Sánchez, quien empezó el paripé, con todo el apoyo, todo hay que decirlo, de Felipe VI. Al igual que le ocurriera a su padre, el actual monarca considera que el futuro del Trono depende del apoyo del PSOE, no del PP. Precisamente, porque la izquierda tiene raíz republicana y la derecha tiene que aguantarse con el monarca que toque.
Ahora bien, eso es lo que se preguntan en Moncloa y sí, también en Génova: entonces, ¿por quién está mirando el Rey; por el futuro de la monarquía o por el futuro de España?
Su esposa, Doña Letizia va más allá: quiere a Sánchez de presidente pero dirigiendo un Tripartito que introduzca a Podemos, sus admirados, en el Ejecutivo.
El momento de mayor cabreo de Rajoy ocurrió tras la sesión de investidura (4 de marzo), donde el candidato Pedro Sánchez falló. Rajoy, ya arrepentido de su desplante inicial, pensó que el Rey comenzaría una nueva ronda de consultas. Pero no, Patxi López aseguró que el monarca no haría más consultas, que los partidos se entendieran entre ellos.
Entonces, aseguran en Génova, ¿por qué hizo la primera ronda de cultas? Si sólo se trataba de que alguien consiguiera la mayoría para ser investido, que no haga rondas, que espere a que venga un candidato con los apoyos necesarios. ¿O es que a quien venga con dichos apoyos no le va a bendecir?
El resultado de todos esos de encuentros es que Rajoy considera que ya no tiene nada que despachar con el jefe del Estado y ya le ha vetado dos viajes: a Londres y a Japón. El de Londres más llamativo, porque el protocolo de la Reina de Inglaterra solo predice dos viajes de Estado por año. Y, naturalmente, como ya hemos informado, doña Letizia, y la familia Villar Mir, están convencidos de que la filtración del ‘compiyogui’ ha venido desde el Gobierno y sus servicios de inteligencia.
Al final, tenemos a un monarca que por cabreos propios y cabreos ajenos, está recluido en Zarzuela justo cuando su función arbitral es más necesaria, y se dedica a actividades culturales o a ver empresarios, como en la mañana del jueves con el Círculo de Empresarios (en la imagen).
Otrosí: no es baladí que el director del CNI, Félix Sanz Roldán, 71 años de edad, siete años en el cargo, haya pedido marcharse y no se le haya concedido. Jefe de espías con Zapatero y con Rajoy, don Félix es el hombre que más información atesora sobre la Monarquía, especialmente sobre Juan Carlos I.
Por último, Zarzuela también atraviesa otro periodo de crisis. Doña Letizia ya sabe que no puede decidir sobre la educación de sus hijas, sobre todo de la Infanta Leonor, futura Reina, pues es una cuestión de Estado. Por eso, ha decidido ‘secuestrar’ a ambas. La portada de la revista Lecturas puede resultar inoportuna pero es muy cierta.
Eulogio López