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viernes, 19 de agosto de 2016

Es tiempo de pizza y playa para los sin techo de Roma (Escrito por Michael Matt, de The Remnant)



CIUDAD DEL VATICANO (AP) — Este verano, el papa Francisco invita a docenas de personas sin techo de Roma a pasar un día en la playa y cenar pizza a la vuelta.

El limosnero pontificio, el monseñor polaco Konrad Krajewski, dijo al diarioLa Stampa que en una camioneta lleva a 10 personas hacia una playa cercana a Roma para darse un chapuzón en el mar, tomar sol y luego comer pizza. El Vaticano provee los trajes de baño y las toallas.

Krajewski dijo a la radio estatal italiana que estas escapadas por la tarde reflejan el “deseo de normalidad” en sus vidas que tienen los sin techo.

COMENTARIO DE THE REMNANT: Oh, por supuesto – subirse al automóvil del arzobispo Krajewski y dirigirse hacia la playa haría que la vida de cualquiera pareciera más normal, especialmente con la pizza y toallas gratis como cortesía del papa Francisco. Apuesto que esos hombres sin techo—hombres que perdieron todo desde mujeres a hijos, y hasta su propia dignidad—hacen fila por un poco de diversión al sol con un arzobispo que ni siquiera conocen.

¿No es un tanto condescendiente?

Por cierto, el arzobispo es el limosnero del Papa—el hombre encargado de llevar a cabo acciones de caridad en nombre del papa Francisco…una especie de jefe de relaciones públicas para el Departamento de Caridad de la iniciativa papal Un hombre para el pueblo. Según Alchetron.com, la oficina de Krajewski financia su trabajo con la venta de “bendiciones papales en un pergamino con la foto del Papa, que los fieles pueden obtener para ocasiones especiales— por ejemplo una boda, bautismo u ordenación sacerdotal — con el nombre del destinatario y una bendición apostólica escrita en letra caligráfica. Todas las ganancias van directo a obras de caridad.”

Por lo tanto, si en su próxima visita a Roma usted recibe una de esas bendiciones papales, puede dormir tranquilo sabiendo que al menos parte de su dinero fue para juntar un grupo de hombres sin techo y llevarlos a la playa, cosa que como todos los que conocen algo de los sin techo saben, siempre es una gran prioridad para ellos. Esto no es simbolismo sobre sustancia, como parece, ¡no lo es! ¡Es LA PLAYA!

Krajewski describe cómo Francisco ha redefinido la poco conocida oficina de limosnero papal: “El Santo Padre me dijo al comienzo: ‘Puedes vender tu escritorio. No lo necesitas. Necesitas salir del Vaticano. No esperes que la gente venga a llamar. Necesitas salir y buscar a los pobres’.”

¿“Vender el escritorio y salir a buscar a los pobres”? ¿En Roma—una ciudad abarrotada de Iglesias católicas, orfanatos, conventos, monasterios, y comedores? ¿Los sin techo ya no pueden acceder a la caridad católica de Roma sin que el mismo Papa envíe arzobispos a buscarlos?

¿Y el arzobispo realizará el difícil trabajo de ayudar verdaderamente a los sin techo a que ganen su independencia y recuperen su dignidad – prescindiendo de su escritorio y saliendo a caminar como un hippy drogado? ¿Este liberalismo del lujo todavía vende? ¿Todavía queda alguien tan ingenuo como para creer que esto se trata absolutamente de los sin techo y no de las relaciones públicas vaticanas?

Si alguien se preocupa realmente por un indigente, ¿lo lleva a la playa, le ofrece pizza y luego lo deposita de nuevo en su alcantarilla, antes de regresar a su apartamento elegante dentro del Vaticano? ¿Es eso todo lo que se necesita para que un sin techo desee dejar de serlo? (Porque, recuerde, ese es el gran problema de los sin techo). Pero según el Vaticano, lo que necesitan realmente es playa y bañadores gratis.

¿Cómo es que los sin techo no se sienten insultados? Pareciera que el Vaticano está tan alineado con la lucha de los sin techo como lo está con la lucha de las víctimas de abuso sexual eclesiástico.

Mientras tanto, millones de católicos abandonaron (o están abandonando) la Iglesia porque se encuentran malnutridos espiritualmente, escandalizados, enojados, o simplemente cansados de ser católicos. Qué hay de aquellos – los que reciben piedras en lugar de pizza de manos de un Vaticano más interesado en imponerles el modernismo que en intentar descubrir qué cosa terrible sucedió en la Iglesia de los últimos 50 años, que dejó a millones de ovejas sintiéndose completamente abandonadas y, verdaderamente, sin techo.

¿Pero una pizza y algo de sol para “docenas” de vagabundos romanos? ¡Salen enseguida! ¿Por qué? ¡Porque al Vaticano realmente le importa la gente!

Supongo que las cosas continuarán tornándose más estúpidas, hasta que el mundo católico reconozca finalmente que sin Dios y la sagrada tradición no puede hacer nada salvo pasar por tonto tratando de convencer al mundo que todavía somos cristianos si bien hace mucho que dejamos de ser católicos.

Michael Matt