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sábado, 16 de mayo de 2015

VOTO CATÓLICO (15). AES MADRID: La oportunidad pro-vida, desde el rigor (Rafael López-Diéguez)

Al realizar estas reflexiones en torno al voto católico me doy cuenta de la dificultad que supone el pasar de una a otra y, sobre todo, la dificultad, aún mayor, de saber sobre qué aspecto concreto del tema estoy hablando en cada entrada. Si se quiere acceder al índice de todos los post sobre el voto católico puede pincharse aquíPido disculpas al lector por el inconveniente que esto puede llevar consigo.
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Ha sido la gran oportunidad del PP, teniendo mayoría absoluta, la del aborto cero, pues no hay otro modo de entender el derecho a la vida: no se puede discriminar y decir que unas vidas valen más que otras. Eso es la eugenesia, que prácticó Hitler contra los judíos. Volvemos marcha atrás, hacia la esclavitud y el poder del más fuerte, adornado de bellas palabras, todas falsas, como libertad, democracia, etc...

En este artículo de Rafael López Diéguez, Secretario General del partido Alternativa Española (AES), se hace referencia a esta idea. Lo copio aquí, en este blog, permitiéndome la libertad de cambiar el formato de algunas expresiones, en las que quiero hacer hincapié. Eso hará también más cómoda y rápida la lectura del artículo

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Rafael López-Diéguez, secretario general de AES



No es la hora del reproche, del “yo tenía razón”, o del tan manido como insultante “ya te lo había dicho”. Es la hora de la unidad, de la humildad y la templanza, pero también de la verdad y la firmeza, de dejar las cosas claras e identificar los errores y sus responsables, para evitar caer nuevamente en los mismos.

Esta situación, como ya he dicho en reiteradas ocasiones, nos abre un mundo de esperanza,  al haber evitado que se cometiera un gravísimo error, un escándalo, que hubiera dado carta de naturaleza de por vida al execrable crimen del aborto. 

La desesperanza no es cristiana, debemos estar llenos de esperanza y convertir esta situación en lo que es: la oportunidad provida, pero desde el rigor. 

Me sorprende la llamada que muchos hacen a los senadores y diputados católicos del PP para que abandonen sus escaños por razón de esta decisión de Rajoy. Bien saben ellos que, conforme a la Doctrina y el Magisterio [de la Iglesia], deberían haber abandonado su escaño el mismo día en que la decisión tomada por el PP no fue la de abrogar el aborto, con mayoría absoluta [como tenían], bien posible, sino regular el aborto como un derecho en determinados supuestos, [el llamado] mal menor.

Que el PP no aprobara este inicuo proyecto de ley de Gallardón no es un drama, todo lo contrario, es un gran consuelo. Serán algunos los que sigan manteniendo, en buena fe o por aquello de no “enmendarla”, que se ha perdido la oportunidad de reducir el aborto un 10%, dicen ellos, al evitar el aborto eugenésico, que finalmente estaban dispuestos a aceptar y exigir más requisitos formales, lo que como ya he dicho no creo y la experiencia de lo acontecido en los últimos 30 años me avalan. 

Pero ese supuesto 10% de vidas salvadas - solo una sería importante - haría que el restante 90% se hicieran recurrentes y legales de por vida y con ello la lucha por defender la vida como un valor absoluto la hubiéramos dado por perdida definitivamente, y lo peor con el “sello” y amparo de ciertas asociaciones provida

Permítaseme explicarme. ¿Hubiera sido lícito aprobar, por los que lucharon contra la esclavitud, una ley que liberara a un tipo de esclavo que representaba el 10% sobre el total y se regulara, por ser una realidad social, que no es delito tener un esclavo del tipo del 90% restante, y de esta forma se diera carta de naturaleza a la esclavitud en determinados supuestos? 

Es claro que no, en ningún caso, en ningún supuesto se puede admitir la esclavitud, pues por las mismas razones, pero aún más grave, el caso del aborto. Los contrarios a la esclavitud, con el sacrifico de muchos, lucharon por el bien posible, no por el mal menor de por vida. Gracias al sacrificio de sus vidas nos libramos de una lacra social que duró tantos siglos. 

Pues ése es nuestro cometido en el aborto: es malo y debemos erradicarlo completamente, porque es intrínsecamente perverso, porque siega vidas por millones y su aceptación social equivale a la destrucción de la esencia de la sociedad.

El PP no ha sido capaz de sacar esta farsa adelante. Es claro y hoy no deja lugar a dudas, que no hubiera movido un dedo más por avanzar hacia el aborto cero. El aborto habría alcanzado de su mano carta de naturaleza; todos habían interiorizado lo que el sistema liberal y socialista- marxista ha consagrado como verdad absoluta, “el aborto es una realidad social y de una u otra forma se ha de regular”, hasta tal punto que el otro día para mi sorpresa un periodista en la televisión de la Conferencia Episcopal, y que días después se desgarraba las vestiduras, el director de La Razón, aseguraba: “soy amigo de curas, obispos, arzobispos y cardenales y me consta que estos tienen claro que debe existir una regulación del aborto” 

Menos mal que la realidad de los hechos y, al menos, el gesto valiente de un obispo, Monseñor Reig Plá, [y también Monseñor Munilla] le ha quitado la razón. Resulta paradójico que ahora, los que desde asociaciones provida, pro familia, partidos, movimientos civiles y demás han apoyado esta inicuo proyecto de ley del PP. Se constituyen en víctimas y sin reconocer su craso e inmoral error pretenden una vez más irrogarse el liderazgo por la vida, eso sí pidiendo que la forma de defenderla es mediante una ley abortista, según ellos más restrictiva, pero a la postre, abortista. 

Los mismos que querían y apoyaban una ley abortista, quieren ahora encabezar lo que dicen debe ser un movimiento cívico y otros un partido y eso “porque en España no existe ninguno que defienda la vida”, la cosa tiene tela… 

Pues bien, una vez más nos toca el desagradable trabajo de denunciar con caridad, porque esto yo ya lo he dicho personalmente y no ha surtido efecto alguno, pero con rigor, que quienes hacen tales afirmaciones son los que han apoyado esta ley y en ese sentido me remito a lo dicho por Monseñor Reig Plá en el punto 5 de su carta pastoral, “no es justificable moralmente la postura de los católicos que han colaborado con el Partido Popular en la promoción de la reforma de la ley del aborto a la que ahora se renuncia” ; pero lo que es peor, es que nos han demostrado que su estrategia pasa por consensuar y colaborar en la elaboración de una ley abortista como mal menor en un momento en el que el bien mayor era posible.

Sí, siendo posible el bien, apelaban al mal menor… ¿Qué podemos esperar de ellos cuando no sea posible el bien y deban permitir el mal? Lo peor es que estas instituciones se han quemado, no en el empeño de luchar por el bien, sino por el maldito mal menor. ¡Qué triste consumir tu vida al servicio de un mal menor fallido, cuando la podías haber dedicado a luchar en favor de un bien posible!

Importante diferenciar entre colaborar, es decir, el que ha sido proactivo, participado y ha incentivado la existencia de este proyecto de ley, y permitir el mal menor si era imposible demandar, exigir o que existieran condiciones para conseguir el bien. Es decir que cuando no sea posible abrogar una ley, se puede permitir dar su apoyo a propuestas encaminadas a minimizar el daño; ahora bien, este no era nuestro caso, el problema es que en este caso el bien de abrogar la ley, era posible, y por el contrario algunos colaboraron con el mal, intencionadamente o no, no entro a juzgar; incluso participaron en reuniones preparatorias y dieron su apoyo a este proyecto de ley abortista y al partido que lo promovía. Que cada uno resuelva en conciencia.

Los movimientos provida estamos obligados a no renunciar a defender la vida como un valor absoluto; ya estarán los tibios para ceder y los “contravida” para legislar a favor de la muerte. No podemos dar un paso atrás: esta experiencia nos ha de servir para saber que las tibiezas no nos conducen a nada, salvo que lo que se pretenda sea desestructurar las conciencias y los movimientos provida. 

También debemos desenmascarar a esos partidos que aseguraban desde posiciones liberales-conservadoras ( nunca he sabido que es eso) que con esta ley “se iba por el buen camino” y que hoy pretenden ser el cesto donde acoger a los desilusionados del PP para no sé que, ya que otra vez les volverían a llevar por el camino de apoyar leyes abortistas “malminoristas”, que se titularán, con total desprecio por la verdad, de “defensa de la vida y de la mujer embarazada”, para terminar siendo un tratado de cómo abortar legalmente y que el Estado te lo pague

¡Con cuánta razón y valentía ha definido monseñor Reig Plá esta situación como una estructura de pecado!

Contra algunos que se empeñan en negar lo evidente, tengo que decir que existen partidos en España de inspiración cristiana, que defienden la vida, la familia, sus raíces cristianas y la Justicia social como la mejor expresión del Bien Común y ese es el caso de Alternativa Española. Llevamos muchos años al pie de la calle, a la intemperie, sin que nadie nos dé cobijo, estamos en los estrados de los tribunales denunciando el atropello continuo a la vida por parte del PP y del PSOE; y por ello hemos sido objetivo del ataque precisamente de quienes han actuado inmoralmente, apoyando el inicuo proyecto de ley abortista del PP. 

Estos que se arrogan el patrimonio de la defensa de la vida, los mismos que querían regular la despenalización de aborto, son los que han conseguido, con mayor eficacia, que se nos margine y se nos tache de ultras y radicales

Ahora todos sabrán por qué éramos y somos muy incómodos… Denunciábamos, con argumentos muy sólidos, que hoy han sido validados, que su actuación era inicua y conducía al escándalo y por ello su perversa estrategia consistía en apartarnos y ocultarnos a los ojos de la sociedad. Pero una vez que han visto frustradas sus expectativas, la siguiente deriva, para que se nos siga ignorando y marginando, es con la fuerza de los medios con los que cuentan, que es mucha, sacar adelante un partido político que, una vez más, bajo un banderín de enganche, aparentemente “ impecable” , vuelvan a confundir conciencias. Dios no lo quiera. Deseo de corazón estar equivocado.

Pero nosotros los hombres y mujeres de Alternativa Española aferrados al derecho natural, a la moral objetiva y a nuestro Credo, seguiremos a la intemperie, luchando por la vida, la familia, las raíces cristinas y la unidad de nuestra Patria

Sí, permaneceremos defendiendo todos estos principios a la intemperie, pero no sin cobijo porque siempre nos sentimos seguros, protegidos y alegres bajo el manto maternal de Santa María, que es Madre de Dios y Madre Nuestra.

Rafael López-Diéguez
Secretario General de Alternativa Española

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1. Sería interesante, si se dispone de tiempo, leer la carta de López Diéguez titulada AES y el fracaso

2. AES se presenta por Madrid para las elecciones municipales y autonómicas. López Diéguez se presenta a la Presidencia de la Comunidad de Madrid por AES [también lo hace Santiago Abascal por VOX; véase el mismo enlace anterior. Es una lástima, en mi opinión, que no se presenten en Coalición). Aquí se pueden leer sus 100 propuestas, o también aquí.

VOTO CATÓLICO (14): Un católico no puede votar a ningún partido parlamentario ... ni a las dos fuerzas emergentes, Podemos y Ciudadanos

Al realizar estas reflexiones en torno al voto católico me doy cuenta de la dificultad que supone el pasar de una a otra y, sobre todo, la dificultad, aún mayor, de saber sobre qué aspecto concreto del tema estoy hablando en cada entrada. Si se quiere acceder al índice de todos los post sobre el voto católico puede pincharse aquíPido disculpas al lector por el inconveniente que esto puede llevar consigo.
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Copio a continuación el siguiente artículo de Eulogio López, director de Hispanidad, sobre el Voto Católico

Eulogio López, director de Hispanidad
Al mismo tiempo, ni los amnésicos pueden olvidar, a estas alturas, que el PP, donde supuestamente vegetan y militan los políticos católicos, es un partido que, no sólo no tiene nada de cristiano, sino que, además, se permite el lujo de burlarse de esos valores no negociables y presume de ello.

Aun así, persisten los pusilánimes que insisten en que los católicos deben votar al Partido Popular. La verdad es que evoca aquello de que la vida es ruin con los ruines y audaz con los audaces. Porque insisto, a estas alturas, empeñarse aún en votar al PP, como mal menor,  empieza a adquirir ribetes de tragicomedia.

Está claro que un católico no puede votar a ninguno de los partidos que hoy ostentan representación parlamentaria ni tampoco a las dos fuerzas emergentes: Podemos, por neocomunistasCiudadanos porque exhibe el mismo laicismo que en su día exhibía su gemeloUnión, Progreso y Democracia (UPyD). Los cristianos que votaron a Rosa Díez son hoy conscientes de su plancha como lo serán los que sean engañados por Albert Rivera. ¿O es que se están engañando a sí mismos?

Ahora bien, EL DRAMA CONTINÚA: si voto a partidos que respetan mis principios siempre perderé. Sea, pero si no votas a esos partidos NUNCA obtendrán representación parlamentaria. Y sí, existen esos partidos. Por ejemplo, el izquierdista SAIN; por ejemplo, el derechista AES; por ejemplo VOX, si dejan de mariposear con algunos conceptos clave (espero que lo hayan hecho tras su alianza con Familia y Vida)  aunque en este punto no estoy tan seguro: que me demuestren que VOX ha cambiado.

Y si no, siempre queda la posibilidad, o el deber, de votar en blanco, que es un voto asaz significativo. Lo que no vale es votar contra la propia conciencia. Pero existe otra cuestión más primaria… y  más primera.

¿Para qué votamos? ¿Para ganar o para cambiar la realidad conforme a nuestros principios? Porque si sólo votamos para ganar, entonces vote usted al PP, al PSOE, a Ciudadanos, o a cualquier caballo ganador. A fin de cuentas, al votar de ese modo se estará comportando con la misma tibieza y la misma incoherencia con la que trabaja Mariano Rajoy o cualquier otro político capaz de vender sus ideas al ritmo del pensamiento groucho-marxista: “estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros”.


Eulogio López 

NOTA ADICIONAL: 

Sobre esta idea de que un católico no puede votar al PP se puede acceder desde está entrada a varios artículos. Seleccionamos dos: uno de Monseñor Reig Plá, y el otro del padre Santiago Martín. De este último hay un vídeo de unos 7 minutos, muy interesante.