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lunes, 29 de septiembre de 2014

La intolerancia de los ateos (4 de 4)


La historia (no tergiversada ni falseada) muestra cómo la Iglesia ha sido siempre perseguida desde sus primeros comienzos: persecuciones, además, sangrientas, que han supuesto la muerte de infinidad de cristianos que han dado su vida por Jesucristo, antes que renegar de su fe (y siguen haciéndolo). Concretamente en España tenemos una de las persecuciones más cruentas contra los cristianos, que tuvieron lugar ya antes del comienzo oficial de la guerra civil española, como fue la quema de conventos en 1931 (a los pocos días de proclamarse la Segunda República)

[Los incendios cundieron por Andalucía y Levante, dejando un balance final de unos cien edificios destruidos, incluyendo iglesias, varias de gran valor histórico y artístico, centros de enseñanza como la escuela de Artes y Oficios de la calle Areneros, donde se habían formado profesionalmente miles de trabajadores, o el colegio de la Doctrina Cristiana de Cuatro Caminos, donde recibían enseñanza cientos de hijos de obreros; escuelas salesianas, laboratorios, etc. Ardieron bibliotecas como la de la calle de la Flor, una de las más importantes de España, con 80.000 volúmenes, entre ellos incunables, ediciones príncipe de Lope de Vega, Quevedo o Calderón, colecciones únicas de revistas, etcétera; o la del Instituto Católico de Artes e Industrias, con 20.000 volúmenes y obras únicas en España, más el irrecuperable archivo del paleógrafo García Villada, producto de una vida de investigación. Quedaron reducidas a cenizas cuadros y esculturas de Zurbarán, Valdés Leal, Pacheco, Van Dyck, Coello, Mena, Montañés, Alonso Cano, etcétera, así como artesonados, sillerías de coro, portadas y fachadas de gran antigüedad y belleza… Un desastre casi inconcebible]
(Pío Moa)

Hay mucha documentación al respecto. Yo he encontrado tres enlaces, que me parecen interesantes, relativos a esta cuestión: puedes pinchar aquí , aquí aquí.  Por supuesto que hay muchos más. En cada una de esas páginas web hay links adecuados para ampliar el conocimiento sobre el tema en cuestión. Reproduzco a continuación un vídeo corto (de minuto y medio) del historiador Pío Moa, hombre riguroso, inteligente y muy bien documentado que, por cierto, no es católico, sino agnóstico; de modo que sus afirmaciones cobran más importancia, en cuanto a veracidad e imparcialidad se refiere.



En fin, para terminar con este comentario, al que creo haberle dedicado demasiado tiempo, quiero hacer un breve comentario sobre el último párrafo del artículo de esta mujer, cuando hablando de Pedro Sánchez, secretario general del PSOE desde el 26 de julio de 2014, dice de él que "no demuestra la misma lucidez [como demostró cuando se declaró ateo] al declararse partidario de un pacto de Estado con el Partido Popular, que sabemos ultracatólico"

¡Vaya por Dios! Resulta ahora que el PP es ultracatólico. Ya me conformaría yo con que simplemente fuese católico. No voy a extenderme ahora sobre este tema, pero el PP se trata de un partido que, al igual que el PSOE, y todos los partidos de izquierdas, sigue manteniendo el genocidio que se está produciendo en España durante tantos años, al no derogar la ley del aborto [cuando estaba en su mano el hacerlo] y volver, no a la ley que se pensaba aprobar que, en esencia, era prácticamente igual a la que ya tenemos [en palabras del mismo Rajoy] y que va a seguir estando vigente, como sabemos, sino a la ley anterior a 1985, cuando el aborto estaba penalizado, como corresponde a lo que realmente es: un crimen. Claro que eso sería considerado como un "retroceso" en los "derechos" de las mujeres a "decidir sobre su propio cuerpo" ...¡Lo que tiene uno que oír cuando no se ama la verdad!

De modo que eso de que el PP es un partido católico vamos a dejarlo, porque no es verdad. Yo tengo claro que cuando vote [si es que lo hago] mi voto sería, en principio, para Impulso Social [digo en principio, puesto que no me caso con nadie: tendría que estudiar muy bien su programa antes de votarles]. 


Lo ideal sería que aparecieran otras alternativas, alternativas reales, de gente valiosa y honrada, [y joven, a ser posible] que consideren la Política como lo que debe ser: un servicio al bien común de todos y cada uno de los ciudadanos, sin distinciones partidistas ni de cualquier otro tipo. Y, sobre todo, que tengan un gran amor hacia la verdad. ¡Ahora es el momento! ¿Es que no existen esas personas a las que me refiero? No me lo puedo creer. De no ser así, yo opto por la abstención. El concepto de mal menor y el voto del miedo no conducen a ninguna parte; y sus resultados son siempre nefastos, porque -en definitiva- parafraseando el dicho popular: "De partido cambiarás, pero de ladrones y de sinvergüenzas no escaparás"

La intolerancia de los ateos (3 de 4)


Con relación a la idea de "cultura" que posee esta mujer, uno no sabe si reírse o llorar. A mí me ha dado por reírme. Es increíble hasta qué punto puede llegar la incultura humana y -a su vez- revestirse de cultura. Me viene a la mente el dicho: "Dime de qué presumes y te diré de lo que careces", porque en el caso de esta señora se cumple a la perfección:

Según el DRAE, se entiende por cultura el "conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico". Pero en el artículo de esta señora sólo encuentro crítica, pero no juicio, puesto que se las da de culta, pero es tan solo una sabionda, dándoselas de sabia cuando es una ignorante, pues se dedica a echar sapos y culebras por su boca, sin argumentar absolutamente nada de lo que dice.

Basa toda su sabiduría en el mero hecho de su ateísmo y de su increencia en Dios, tachando de zotes y supersticiosos a quienes no son ateos. Sin comentarios. La existencia de Dios ha sido demostrada: tenemos, por ejemplo, las cinco vías de santo Tomás. Nadie, sin embargo, ha demostrado nunca que Dios no exista. Es mucho más sensato y de sentido común pensar en la existencia de un Ser Inteligente, Autor de todo cuanto existe, incluidas las personas humanas, que considerar que todo ha venido a la existencia por azar. En fin, Dios ya sabía a lo que se exponía al crearnos con libre albedrío y, aun así, quiso correr ese riesgo: sus razones tendría para hacerlo.

Digo todo esto, entre otras cosas, porque me ha llamado la atención el concepto de ATEO que posee esta mujer. "Ateo, es decir, inteligente, lúcido, cultivado, leído, cientifista, racionalista, sabio, erudito, sensato, docto o simplemente poseer un buen sentido común". Así como suena. No me estoy inventando nada: lean el artículo y verán que no miento. Esta "señora" me ha colocado en una tesitura existencial y he tenido que acudir al DRAE para poder conciliar el sueño. Afortunadamente he leído ahí que ateo es el que niega la existencia de Dios ... y me he dicho: ¡claro, eso era lo que yo pensaba! ... Uf, creo que ahora voy a poder dormir a pierna suelta ... ¡En realidad, ya lo hacía! Desde luego, tiene uno que oir unas cosas ...

En fin, de los once adjetivos que les atribuye a los ateos sólo dos son ciertos:

Cientifista: completamente de acuerdo. Esta palabra hace referencia al cientificismo, teoría según la cual los únicos conocimientos válidos son los que se adquieren mediante las ciencias positivas. En otras palabras, el cientifista es aquel que piensa que sólo es cierto lo que se puede demostrar, y no ve más allá de sus narices

Racionalista: Aquí ha dado en el clavo, pues el racionalismo es una doctrina filosófica cuya base es la omnipotencia e independencia de la razón humana; o dicho con palabras más asequibles, el racionalista considera que sólo es real lo racional, aquello que cabe en su mente estrecha y que puede entender; todo lo demás es irreal y fantasía.

Del resto de los adjetivos algunos son discutibles (dependen de cada persona) y otros son claramente falsos. 


Leído: ... ¿de verdad? Vete a averiguar qué es lo que lee.

Inteligente: puede que sí, puede que no.
Lúcido: no demasiado, en general.
Cultivado: Bueno, es verdad que existen las malas hierbas; tal vez se refiera a eso; aunque el abono -en este caso- debe ser algún producto altamente venenoso.
Sabio: ... ¡en absoluto! ... Y esto no lo digo yo ... , se encuentra en la la Biblia: "Dice el necio en su corazón: No hay Dios" (Sal 14, 1)
Erudito: ... ¡raro, raro, raro...!, aunque "haberlos, haylos"
Sensato: ... si por tal se entiende astuto, sagaz, listillo ... no lo niego; pero sensato, entendido tal como viene en la RAE, es decir, prudente, cuerdo y de buen juicio... ¡permítanme que me ría!
Docto: ... ¡Esto es lo que quedaba por oir!. ¿En qué está doctorado un ateo, por el mero hecho de ser ateo? ¿En el arte de decir mentiras, haciéndolas pasar por verdad? Si es así como se entiende esa palabra (¡que no es el caso!) sí que estaría de acuerdo.  
Sentido común: ... ¡Ja, ja, ... ¡Pero si llaman negro a lo blanco y a lo blanco negro! ¡Si niegan hasta lo evidente! ... Desde luego, es para mondarse, aunque es una lástima.

El colmo de las mentiras llega cuando dice que "Los ateos han sido perseguidos por la Iglesia per secula seculorum, torturados, quemados y desacreditados" Y, según una amiga suya, mujer inteligente y sabia 
[donde las haya] "los religiosos (...) han impuesto durante siglos creencias y supersticiones absurdas, demostradas como falsas, en base a las cuales se han pasado siglos matando, torturando, propiciando la ignorancia y aniquilando la libertad." Y se queda tan pancha después de lanzar tantas mentiras, con la esperanza, tal vez -no exenta de razón- de que siempre habrá incautos que caigan en la trampa y que se crean toda esa sarta de mentiras.


El desconocimiento de la historia de que adolecen ambas no sería tan grave si se dedicaran a aumentar sus conocimientos históricos, documentándose bien antes de hablar, lo que sería señal de honradez intelectual, por lo menos. Pero esta mujer, dándoselas, encima, de sabelotodo, cuando no tiene ninguna base para hablar de ese modo, se dedica a mentir con una desfachatez tal que raya en el cinismo


Si tuviese un mínimo de conocimiento de Historia sabría que el Cristianismo nació siendo perseguido ya desde sus primeros momentos por los propios judíos; y se desarrolló dentro del marco cultural y político del Imperio romano. El motivo inicial de la persecución es que Roma exigió de sus súbditos cristianos algo que ellos no podían dar: el homenaje religioso de la adoración, que sólo a Dios les era lícito rendir. Por eso el cristianismo fue considerado desde el siglo I como "superstición ilícita", hasta el punto de que el mero hecho de ser cristiano constituía un delito. Hubo grandes persecuciones contra los cristianos, desde la del emperador Nerón (64-68) hasta la gran persecución de Diocleciano (303-313), la más violenta de todas, quien estaba decidido a terminar de una vez para siempre con el Cristianismo y la Iglesia. 


A principios del año 313, los emperadores Constantino y Licinio promulgaron el llamado "Edicto de Milán" que fue como una nueva directriz política fundada en el pleno respeto a las opciones religiosas de todos los súbditos del Imperio, incluidos los cristianos. La libertad de la Iglesia hizo más fácil la propagación del Cristianismo por campos y aldeas, de modo que en el transcurso de un par de generaciones, en el mundo mediterráneo se operó la cristianización de la sociedad, dejando de ser una religión de minorías para convertirse en religión de muchedumbres