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lunes, 21 de julio de 2014

¿Fundamentalismo cristiano? (2) [No existe un Dios común a las tres religiones]

Si se desea acceder al Índice de esta primera parte sobre Fundamentalismo cristiano, hacer clic aquí

En una declaración al periodista ateo Scalfari, director de la Reppublica, el papa Francisco afirmó: "Yo creo en Dios, no en un Dios católico; no existe un Dios católico, existe Dios. Y creo en Jesucristo, su Encarnación. Jesús es mi maestro, mi pastor, PERO DIOS, EL PADRE, Abba, ES la luz y EL CREADOR


Al principio se queda uno perplejo, al oir estas palabras salidas nada menos que de la boca del santo Padre, que es el representante de Cristo en la Tierra. La misión del Papa, entre otras, y también la de todos los cristianos, es dar testimonio de Jesucristo, sin medias tintas y sin ánimo de quedar bien y agradar a todos: "Quien se avergüence de Mí y de mis palabras, de él se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria y en la del Padre y en la de los santos ángeles" (Lc 9,26) No hay más que leer la Biblia, libro divino que tiene siempre una perenne actualidad. Cualquier problema, así como su solución, está contemplado en el libro Sagrado: "Muchas veces y de diversos modos habló Dios a los Padres en otro tiempo por medio de los Profetas; últimamente en estos días, nos ha hablado por su Hijo, a quien ha constituido heredero de todo, por quien hizo también el mundo" (Heb 1, 1-2).  "TODO FUE HECHO POR ÉL y sin Él nada se hizo de cuanto ha sido hecho" (Jn 1,3-4). Queda muy claro que Jesucristo es la Palabra de Dios y que por Él fueron creadas todas las cosas

El papa Francisco -en cambio- dice: Yo creo en Jesucristo, mi maestro (...) pero Dios, el Padre, (...) es el Creador.  Nadie lo niega. Eso es cierto. Pero está incompleto. No hay que tener miedo y hay que proclamar que ese Dios Padre Creador lo ha puesto TODO en las manos de su Hijo. ¿Acaso no recuerda el santo Padre aquello que dijo Jesús a Felipe: "Tanto tiempo como estoy con vosotros, ¿y no me has conocido, Felipe? El que me ve a Mí, ve al Padre" (Jn 14,9). Y en otro lugar es aún más explícito: "YO Y EL PADRE SOMOS UNO" (Jn 10, 30). Jesucristo es UNO con el PadrePor eso se dice en la Biblia, con toda propiedad, que todo fue hecho por Él. Esto es una verdad esencial de nuestra fe, base fundamental del Cristianismo. Así lo entendió su Fundador. 

Es cierto que Dios dijo a Moisés: "Yo soy el que soy" (Ex 3,14); es decir, Dios es el Ser y " mora en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni tampoco puede ver" (1 Tim 6,16). "A Dios nadie lo ha visto jamás", dice San Juan (1 Jn 4,12; Jn 1, 18a). En ese sentido, a Dios no le podemos añadir calificativos, que es lo que ocurre si dijéramos que Dios es un Dios católico. Sencillamente habría que decirDios es. Todo eso es rigurosamente cierto antes de la venida de Jesucristo ...  porque lo que antes era imposible, ahora ya no lo es.  Ahora podemos conocer a Dios (¡saber cómo es Dios!) que se nos ha revelado, en un momento determinado de la Historia, haciéndose hombre en la Persona de su Hijo"Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, Él mismo es quien nos lo ha dado a conocer" (Jn 1,18b). Jesucristo, que es verdadero hombre, como uno de nosotros, es también verdadero Dios, el Único Dios verdadero -no hay otro- que nos ha manifestado que "Dios es Amor" en Sí mismo (misterio de la Santísima Trinidad) y también en relación con nosotros, por quienes dio su vida, elevándonos a la categoría de amigos suyos, como ya hemos podido leer en otras entradas.

Sin embargo, ni los musulmanes ni los judíos reconocen a Jesucristo como verdadero Dios. Por eso, para no dar lugar a confusión se habla de un Dios musulmán, de un Dios judío, de un Dios católico, etc... Pero, como ya se ha dicho, el único Dios verdadero -y no hay otro- no es ni el Dios de los judíos ni el de los musulmanes, puesto que ellos -unos y otros- no reconocen a Jesucristo como Dios. Su dios no es el Dios auténtico y, por supuesto, en contra de lo que han dicho, incluso, algunos papas, no tenemos un Dios común. Es falso, de toda falsedad, lo diga quien lo diga, que, cuando se habla de Dios, se diga que las tres religiones tienen el mismo Dios, porque no es eso lo que dice la Biblia (incluido, claro está, el Nuevo Testamento). Y ésta, que es palabra de Dios, no puede equivocarse. De modo que, si para evitar confusiones, hablamos de que Dios es católico, tiene mucho sentido (en este contexto) puesto que "todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre"  (1 Jn 2,23). 

La Iglesia Católica, que es garante de la Revelación Divina, reconoce en Dios unos atributos que no tiene en absoluto en las demás religiones. Dios, tal como es realmente, se ha revelado única y exclusivamente en la Iglesia Católica, la que Él fundó. Si no se reconoce como verdadero y único Dios al que es predicado y enseñado por la Iglesia Católica, estamos hablando de un Dios FALSO


Aquí es preciso obrar con tiento y conocer, con la máxima profundidad que podamos y sepamos, las verdades que confesamos en el Credo, pues dentro de la Iglesia -en la actualidad- han surgido muchos falsos pastores -lobos disfrazados de ovejas- que están engañando al rebaño, un rebaño que no es el suyo, sino que es el rebaño de Jesucristo. Necesidad, pues, de estar muy alerta y de no tragarnos todo lo que nos digan, sino pasarlo primero por el tamiz de la Sagrada Biblia, rectamente interpretadaTodo lo que se oiga que contradiga la enseñanza de la Iglesia de veinte siglos, es falso y debe ser rechazado, aunque provenga del mismísimo Papa quien, al fin y al cabo, es- o debe ser- un fiel transmisor del depósito revelado. San Pablo- y en esto, como en todo- habla con una claridad meridiana, y dice taxativamente: "Aunque nosotros o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema!" (Gal 1,8). Es imposible hablar más claro. 

Debemos grabar muy bien estas cosas, tanto en la mente como en el corazón, para no dejarnos extraviar por los "extraños" que, aun diciéndose católicos, han renegado, en realidad, de su fe: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mí. En vano me dan culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres(Mc 7,7). Se está llegando a un nivel de hipocresía difícilmente superable, de modo que se hace necesario, más que nunca, mantenerse con las ideas claras para no ser engañados por aquellos que se dicen representantes de Cristo pero anuncian un mensaje que no es el de Cristo. Oigamos lo que nos dice San Pablo: "Todo el que se extralimita y no permanece en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; quien permanece en la doctrina de Cristo, ése tiene al Padre y al Hijo" (2 Jn, 9)


(Continuará)