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sábado, 29 de marzo de 2014

Un año de pontificado del papa Francisco (5 de 7)(Alejandro Sosa Lapida)


5. Francisco y la masonería  [por Alejandro Sosa Laprida]

En 1999 el cardenal Bergoglio fue elegido miembro honorario del Rotary Club de la ciudad de Buenos Aires. En 2005, recibió el premio anual que el Rotary atribuye al «hombre del año», el Laurel de Plata. Esta entidad, fundada en 1905 en la ciudad de Chicago, USA, por el masón Paul Harris, es una asociación cuyos vínculos con la francmasonería son de público conocimiento: es un semillero de masones y el marco en el que se desarrollan sus iniciativas «caritativas». Un porcentaje importante de rotarios pertenecen a las logias, a punto tal que el Rotary, junto al Lion’s Club, son considerados como los atrios del templo masónico. 


He aquí lo que decía el obispo de Palencia, España, en una declaración oficial: «El Rotary profesa un laicismo absoluto, una indiferencia religiosa universal y trata de moralizar las personas y la sociedad por medio de una doctrina radicalmente naturalista, racionalista e incluso atea» (Boletín eclesiástico del obispado de Palencia, n° 77, 1/9/1928, p. 391). Esta condenación fue confirmada por una declaración solemne del arzobispo de Toledo, el cardenal Segura y Sáenz, primado de España, el 23 de enero de 1929. Dos semanas más tarde, la Sacra Congregación Consistorial prohibió la participación de los sacerdotes en reuniones rotarias, en calidad tanto de miembros como de invitados: es el célebre «non expedire» del 4 de febrero de 1929. Esta prohibición sería reiterada por un decreto del Santo Oficio del 20 de diciembre de 1950

El día de la elección pontifical del cardenal Bergoglio, el 13 de marzo de 2013, el Gran Maestre de la francmasonería argentina, Ángel Jorge Clavero, rindió tributo al nuevo pontífice saludándolo calurosamente. 

Ángel Jorge Clavero, Gran Maestre

Masonería Argentina Designación del Cardenal

PalermOnLine Noticias. Ciudad de Buenos Aires 13 marzo, 2013

La Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, institución enraizada con nuestra Patria desde 1857, saluda la designación del compatriota Cardenal Jorge Bergoglio como Papa Francisco I.

Hombre de vida austera y consagrada a sus devociones, la designación del nuevo pontífice de la Iglesia Católica supone un alto reconocimiento para la Nación Argentina.

En la Masonería Argentina, sustentada en los principios de la tolerancia, el respeto profundo a las convicciones íntimas, la libertad, la igualdad y la fraternidad, militan hermanos que profesan o adhieren a esa fe religiosa junto a otros que pertenecen a otros credos, son agnósticos o carecen de fe. En nombre de todos, la Gran Logia de la Argentina saluda al Cardenal compatriota que acaba de alcanzar tan alta distinción mundial.

Ángel Jorge Clavero

Gran Maestre

La logia masónica judía B’nai B’rith hizo otro tanto: «Estamos convencidos que el nuevo papa Francisco seguirá obrando con determinación para reforzar los lazos y el diálogo entre la iglesia católica y el judaísmo y continuará la lucha contra todas las formas de antisemitismo», declaró la logia francesa, mientras que la argentina aseveró que reconocen en Francisco a «un amigo de los judíos, a un hombre dedicado al diálogo y comprometido en el encuentro fraterno» y aseguran estar convencidos de que durante su pontificado «conservará el mismo compromiso y podrá poner en práctica sus convicciones en el camino del diálogo inter-religioso»

Cardenal Bergoglio, en la Noche de los Cristales Rotos el 12 de Noviembre de 2012

B’Nai B’rith Argentina saluda a Francisco I 

En la foto el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco I, realizando las reflexiones finales en el acto de Conmemoración de la Noche de los Cristales Rotos, el 12 de noviembre de 2012 en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires. Frente a él seis velas que fueron encendidas en recordación de los 6 millones de judíos muertos en la Shoá. 

B’nai B’rith Argentina saluda la elección del Cardenal Jorge Mario Bergoglio como Francisco I.

El Cardenal Jorge Mario Bergoglio es un católico comprometido con el diálogo interreligioso y ha cimentado una sólida relación fraterna con la comunidad judía argentina, en particular con B´nai B´rith que ha sido gratificada con su trato cordial y sincero. B´nai B´rith realizó con su apoyo la conmemoración de la Noche de los Cristales Rotos en distintas iglesias de la Diócesis de Buenos Aires, entre ellas en dos oportunidades la Catedral Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires. También en dos oportunidades fue él quien hizo las reflexiones finales tras la lectura del texto litúrgico “De la muerte a la esperanza” , siendo la más reciente el pasado 12 de noviembre de 2012. La celebración de la Pascua Judía en la Basílica de San Francisco en el año 2009 también contó con su apoyo

Reconocemos en Francisco I a un amigo de los judíos, un hombre consustanciado con el diálogo y comprometido en el encuentro fraterno.

Estamos seguros que en su mandato papal podrá mantener el mismo compromiso y poner en acción sus convicciones en el camino del diálogo interreligioso.


El director de asuntos inter-religiosos de la B’nai B’rith, David Michaels, asistió a la ceremonia de investidura del nuevo papa, el 19 de marzo y al día siguiente participó a la audiencia dada por Francisco a los líderes de las diferentes religiones en la Sala Clementina. Se habían dado cita dieciséis personalidades judías en representación de ocho organizaciones internacionales judías, entre quienes se hallaba el rabino David Rosen, director del Comité Judeo-Americano (American Jewish Committee), quien declaró, en una entrevista concedida a la agencia Zenit, que desde el Concilio Vaticano II «la enseñanza de la Iglesia y su enfoque de los judíos, del judaísmo y de Israel han tenido una transformación revolucionaria»

Al día siguiente de su elección, el Gran Oriente de Italia emitió un comunicado en el cual el Gran Maestre Gustavo Raffi decía que «con el Papa Francisco ya nunca nada será como antes. Esta elección ha sido una apuesta indiscutible de la fraternidad por una Iglesia de diálogo, no contaminada por la lógica ni las tentaciones del poder temporal (…) Nuestra esperanza es que el pontificado de Francisco marque el regreso de la Iglesia-Palabra en lugar de la Iglesia-Institución, y que él promueva el diálogo con el mundo contemporáneo (…) siguiendo los principios de Vaticano II (…) Tiene la gran oportunidad de mostrar al mundo el rostro de una Iglesia que debe recuperar el anuncio de una nueva humanidad, no el peso de una institución que defiende sus privilegios»

El 16 de marzo, en un nuevo artículo del Gran Oriente de Italia, esta vez anónimo, el lector se entera de que existen tres miradas diferentes en los miembros del GOI: la de los que son escépticos en cuanto al progresismo de Francisco, la de los que prefieren guardar un cauto silencio y juzgarlo luego por sus actos y, finalmente, la de los que exhiben la convicción de que será un papa «innovador y progresista, basándose en el hecho de que algunos Hermanos aseguran haber contribuido indirectamente, en el interior del Cónclave, por intermedio de amigos fraternos, a la elección de un hombre capaz de regenerar la Iglesia Católica y la sociedad humana en su conjunto». 

Ese punto de vista se ve reforzado por el hecho de que el cardenal Bergoglio, durante el cónclave de 2005, había sido apadrinado por el cardenal Carlo María Martini, fallecido el 31 de agosto de 2012, desaparición saludada por el GOI en un comunicado fechado el 12 de septiembre en los siguientes términos: «Ahora que las celebraciones retóricas y las condolencias pomposas han dejado lugar al silencio y al duelo, el Gran Oriente de Italia saluda con afecto al Hermano Carlo María Martini, quien ha partido hacia el Oriente Eterno»

Cardenal Carlo María Martini
Y el 28 de julio de 2013, con ocasión del deceso del cardenal Ersilio Tonini, masón reconocido, el Gran Maestre Gustavo Raffi le rindió tributo asegurando que llora «al amigo, al hombre del diálogo con los masones, al maestro del Evangelio social. Hoy la humanidad es más pobre, como lo es igualmente la Iglesia Católica». Pero a renglón seguido se apresura a añadir que, a despecho de esa gran pérdida, «la Iglesia del Papa Francisco es una Iglesia que promete ser respetuosa de la alteridad y compartir la idea que el Estado laico favorece la paz y la coexistencia de las diferentes religiones (!!!)». 

El límpido homenaje tributado a Francisco por el Gran Maestre del Gran Oriente de Italia (GOI) es un testimonio por demás inquietante con relación a su pontificado. Como prueba de ello, y limitándonos a tan sólo uno de los abundantes textos pontificales referidos a la masonería, he aquí lo que decía León XIII en su encíclica Humanum Genus, del 20 de abril de 1884: «En nuestra época, los autores del mal parecieran haberse coaligado en un inmenso esfuerzo, bajo el impulso y con la ayuda de una sociedad diseminada por un gran número de lugares y fuertemente organizada, la sociedad de los francmasones. Éstos, sin disimular ya sus intenciones, rivalizan de audacia entre ellos contra la augusta majestad de Dios, maquinando abiertamente y en público la ruina de la Santa Iglesia, con la finalidad de lograr despojar, si lo pudiesen, las naciones cristianas de los beneficios que ellas han recibido de Jesucristo, nuestro Salvador».
(Continuará)