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domingo, 26 de enero de 2014

Entrevista al Papa por el director de La Civitta Cattolica (3 de 4)



Retomo el punto en el que me quedé, hablando sobre algunos aspectos de la entrevista al Papa Francisco por el director de la Civitta Cattolica. Lo último que se vio fue la importancia que tiene el discernimiento para el Papa: "El estilo de la Compañía no es la discusión sino el discernimiento, cuyo proceso supone obviamente discusión". Sobre la importancia del discernimiento ya se ha hablado bastante en los artículos anteriores. Sólo recordar de nuevo que aunque es cierto que, para un cristiano, es esencial el discernimiento, éste debe hacerse siempre teniendo en cuenta las palabras del apóstol Pablo, quien nos dice: "No os acomodéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, de modo que podáis discernir cuál es la voluntad de Dios; esto es: lo bueno, lo agradable, lo perfecto" (Rom 12,2). Pienso que es en este sentido en el que el Papa se refiere al discernimiento, pues es éste, y no otro, el verdadero discernimiento cristiano, aquel que nos debe llevar, si somos sinceros, a conformar nuestra vida con la de Cristo, según las palabras del mismo apóstol: "Tened entre vosotros los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús" (Fil 2,5), sabiendo que "todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús sufrirán persecución" (2 Tim 3,12). 



Continuamos comentando algunos párrafos más de dicha entrevista. Dice el Papa poco después: "El jesuíta deber ser persona de pensamiento incompleto, de pensamiento abierto". En mi opinión no es ésta una expresión afortunada: hablar de pensamiento abierto así, sin más, puede dar lugar a malos entendidos. Lo propio del pensamiento es llegar a una conformidad con la realidad de las cosas, las cuales son su fundamento. Pero al usar la palabra "abierto" uno se pregunta: ¿qué quiere decir exactamente? Si se trata de una apertura a la verdad, por supuesto que sí (¡faltaría más!) pero si se trata de estar abierto a cualquier forma de pensar, como si diera igual pensar de un modo u otro, entonces habríamos caído en el relativismo, y esto sería funesto. Estoy seguro de que el Papa no se refiere a la segunda interpretación, pero es importante el uso adecuado de las palabras que se utilizan (máxime proviniendo del Papa).


Claro que, poco después, prosigue: "El jesuíta piensa, siempre y continuamente, con los ojos puestos en el horizonte hacia el que debe caminar, teniendo a Cristo en el centro. Ésta es su verdadera fuerza. Y esto es lo que empuja a la Compañía a estar en búsqueda, a ser creativa, generosa". Parece, pues, que ésta es la interpretación correcta de la palabra "abierto". Y que es a esto a lo que el Papa se refiere, como no podía ser de otra manera, lo cual no quita para que la palabra abierto pueda dar lugar a interpretaciones diversas según quién la utilice, lo que no debería de ocurrir, si se actuase de acuerdo con la sencillez evangélica que nuestro Maestro nos encargó: "Sea, pues, vuestra palabra: "Sí, sí", "No, no". Lo que pasa de esto, del Maligno viene" (Mt 5,37).

Hay, por otra parte, expresiones que, ciertamente, no vienen a cuento. Por ejemplo cuando dice: "No habré sido ciertamente como la beata Imelda, pero jamás he sido de derechas. Fue mi forma autoritaria de tomar decisiones la que me creó problemas". Bueno, también esta frase puede dar lugar a controversias. ¿Qué significa "ser de derechas" o "ser de izquierdas" ?, porque esto no queda claro. Por otra parte, ¿significa eso que "lo bueno" es ser de izquierdas? ¿O que él fue de izquierdas? No, eso no lo ha dicho el Papa, pero ahí queda lo dicho y que cada cual saque sus conclusiones, si puede. En principio, esto no tendría más trascendencia que la que uno le quiera dar, pero lo que sí está claro es que dicha frase está de más. Y de hecho, como era de prever, fue usada como gran titular por la mayoría de los medios de comunicación de masas. Lo que a mí me preocupa es que la gente, extrapolando sus palabras, llegue a la conclusión de que si eres de derechas (¡y a saber lo que esto significa!) no puedes ser un buen católico, porque el Papa no es de derechas. Sí, por supuesto que no es una buena lógica, pero ¿es que la gente actúa siempre llevada por la lógica? Y, en cualquier caso, esas palabras ¿nos llevan a querer y a conocer más a Jesús, que es de eso de lo que se trata, en definitiva? Yo pienso que no, sino que inducen a confusión. Jesús era claro y tajante en todo lo que hacía y decía. Y así debemos ser los que intentamos ser discípulos suyos, ayudados por su gracia.


"Yo creo que consultar es muy importante. Los consistorios y los sínodos, por ejemplo, son lugares importantes para lograr que esta consulta llegue a ser verdadera y activa...La consulta a los ocho cardenales, ese grupo consultivo externo, no es decisión solamente mía, sino que es fruto de la voluntad de los cardenales... y deseo que sea una consulta real, no formal". En principio, no cabe poner objeciones a esta idea, pero a mí me da la impresión de que existe un cierto peligro de "democratización" de la Iglesia. Seguro que estaré equivocado, pero el Papado en la Iglesia es fundamental, esencial... y yo intuyo (recelo, tal vez) un cierto "olor" a democracia en el seno de la Iglesia, lo que, ciertamente, no puede ser, como ya expliqué en un artículo anterior. Insisto en que lo más probable es que yo esté en un error... ¡y ojalá que me equivoque!

"La Iglesia es el pueblo de Dios... Sentir con la Iglesia ... quiere decir estar en este pueblo. Y el conjunto de fieles es infalible cuando cree, y manifiesta esta infalibilidad suya al creer, mediante el sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo que camina. Ésta es mi manera de entender el sentir con la Iglesia". Yo lo siento, de verdad, pero no acabo de entender este párrafo, porque soy un lego en la materia... lo confieso... pero lo poco que me parece entender está en una línea completamente diferente a lo que siempre he entendido por Iglesia.  Que yo sepa la infalibilidad es del Papa y sólo cuando habla "ex cathedra", pero no del conjunto de los fieles. Tal vez se refiera aquí el Papa al llamado "sensus fidei". Cito a continuación unas palabras del anterior Papa Benedicto XVI (hoy cardenal Ratzinger), palabras que pronunció a finales de 2012 en un discurso dirigido a la Comisión Teológica Internacional, y que pueden servir para esclarecer las palabras del actual Papa Francisco


«El Concilio Vaticano II, reafirmando el papel específico e insustituible que compete al Magisterio, ha subrayado, sin embargo, que todo el Pueblo de Dios participa en la función profética de Cristo (...) Este don, el «sensus fidei» es para el creyente una especie de instinto sobrenatural que tiene una connaturalidad vital con el mismo objeto de la fe (...) y un criterio para discernir si una verdad pertenece o no al depósito vivo de la tradición apostólica. También tiene un valor proposicional porque el Espíritu Santo no cesa de hablar a las iglesias y de llevarlas a la verdad entera. Hoy en día, sin embargo, es particularmente importante aclarar los criterios usados para distinguir el sensus fidelium auténtico de sus falsificaciones. De hecho, no es una especie de opinión pública de la Iglesia, y es impensable recurrir a él para impugnar las enseñanzas del Magisterio, ya que el «sensus fidei» no puede desarrollarse auténticamente en el creyente auténtico salvo en la medida en que participa plenamente en la vida de la Iglesia, y esto requiere una adhesión responsable a su Magisterio»..

(Sobre el "sensus fidei" hay un artículo muy bueno del director de infocatólica, cuya lectura nos puede ser muy útil).

En todo caso, en un intento de aclaración, nos dice el Papa, para que no se preste a confusión lo que ha dicho, que : "obviamente hay que tener cuidado de no pensar que esta infallibilitas de todos los fieles ... sea una forma de populismo ... La Iglesia es la totalidad del pueblo de Dios, pastores y pueblo juntos". 

En fin, la verdad es que tampoco puedo pedirle demasiado a una entrevista, pero la Iglesia es mucho más que eso. Dice San Pablo, hablando de Cristo, que "todo ha sido creado por Él y para Él. Él es antes que todas las cosas y todas subsisten en Él" (Col 1, 16-17). Y luego dice que "Él es la cabeza del cuerpo de la Iglesia" (Col 1,18). La referencia a Jesucristo es fundamental ... y esa referencia aquí no aparece. Yo veo un peligro de horizontalismo


Tan es así que sigue diciendo el Papa más adelante: "Esta Iglesia con la que debemos sentir es la casa de todos, no una capillita en la que cabe sólo un grupito de personas selectas. No podemos reducir el seno de la Iglesia universal a un nido protector de nuestra mediocridad". Con todos mis respetos, me parece que el Santo Padre está aquí juzgando sobre las intenciones de los que están en la capillita. Porque en esa capillita está nada menos que el mismo Jesucristo, realmente presente en el Sagrario, con su Cuerpo, sangre, alma y divinidad, el que es antes que todo y por quien todo ha sido hecho. Y los que van a esas capillitas no tienen por qué ser personas selectas que se refugian allí. ¿Habrá algo más bello que estar junto al Señor haciendo oración? ¿O es que hemos perdido la fe? Precisamente a Jesús le gustaba hablar de "mi pequeño rebaño" (Lc 12,32) refiriéndose a sus discípulos (la Iglesia naciente). No es la multitud, la masa, lo que importa al Señor, sino cada uno, de forma personal e íntima.


"Cuando percibo comportamientos negativos en ministros de la Iglesia o en consagrados o consagradas, lo primero que se me ocurre es: 'un solterón', 'una solterona'. No son padres ni madres. No han sido capaces de dar vida. Y, sin embargo, cuando, por ejemplo, leo la vida de los misioneros salesianos que fueron a la Patagonia, leo una historia de vida y de fecundidad". Me parece muy bien lo de los misioneros, pero volvemos a lo mismo, a juzgar acerca de las intenciones de las personas y, en este caso, para más INRI, ministros de Dios. Además estas palabras se prestan a confusión. En el caso de los misioneros hay que decir que lo son, no tanto por ir a la Patagonia sino porque llevan a los patagónicos el mensaje del amor de Jesús por ellos: ésa es su misión específica. A este respecto viene bien recordar que Santa Teresita de Lisieux (siendo, como era, una monja de clausura) es patrona de las misiones, junto a San Francisco Javier. 


Es el contacto con el Señor Jesús lo que hace milagros. De lo contrario no tendría sentido una vida consagrada a Dios. No está bien, en mi opinión, llamar solterón, generalizando, a aquellos que se han consagrado a Dios. (Cierto que el Papa habla de aquellos con comportamientos negativos pero no especifica en qué consisten esos comportamientos para ser, por eso, llamados solterones). Existe aquí el peligro real de una excesiva "humanización" y del olvido de lo sobrenatural que es, al fin y al cabo, lo más importante. Es Dios quien realiza SU obra a través de nosotros, si le dejamos. Y la oración es la fuerza del hombre y la debilidad de Dios. El que reza tiene la fuerza del mismo Dios y no cabe mayor fecundidad posible que la del que está enamorado de Dios.  


"Las Iglesias más jóvenes corren peligro de sentirse autosuficientes, y las más antiguas el de querer imponer a los jóvenes sus modelos culturales. Pero el futuro se construye unidos". ¡Pero si aquí no hay nada que imponer!: "Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y lo será siempre" (Heb 13,8) ¿Qué modelos culturales se están imponiendo? Ninguno. La Palabra de Dios vale para todos los tiempos y para todos los lugares y es siempre actual. Y siempre es joven. Se envejecerá en el cuerpo, pero no en el Espíritu. 
(Continuará)