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domingo, 14 de diciembre de 2014

Fundamentalismo cristiano 2ª (13) [Misericordia selectiva-2( María Teresa Moretti)



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5. El nuevo Secretario General de los FFI

El 5 de septiembre de 2013, el Comisario Apostólico nombra al Padre Alfonso Maria Bruno nuevo Secretario General del Instituto

Para conocer mejor al Padre Bruno, resulta instructivo el testimonio del escritor y periodista Francesco Agnoli que había detectado, desde hace un tiempo, comportamientos como mínimo ambiguos y actitudes contradictorias en este fraile que estaba sembrando cizaña dentro de la Orden. Y para comprobar hasta qué punto llega su hipocresía y mala fe después de haber conseguido lo que buscaba, o sea llegar al control de la Orden, véase esta entrevista 

6. Normalización forzosa de los laicos

Después de todo esto, con una carta del 27 de noviembre de 2013, el Padre Fidenzio Volpi, apoyado por el Padre Alfonso Bruno, consideró oportuno extender su “guerra total” también contra los laicos. Y ha suspendido todas las actividades de los laicos pertenecientes a la MIM (Misión de la Inmaculada Mediadora) y al TOFI (Tercera Orden Franciscana de la Inmaculada), prohibiendo además a los terciarios llevar el hábito.

Desde luego, medidas como éstas no se parecen en nada a diálogos fraternos, llenos de comprensión y tolerancia, con los que resolver eventuales problemas internos, sino más bien recuerdan las purgas de los regímenes totalitarios del siglo pasado


Queda cada vez más claro que las supuestas dificultades internas eran sólo un pretexto. Y que, desde el principio, el verdadero y único objetivo de toda la estrategia puesta en acto a través de la clásica alianza entre traidores internos y enemigos externosera la destrucción de un carisma, la demolición de la Orden.




7. Y ahora… ¡a por las monjas!


Por si quedaban aún algunos pánfilos por allí empeñados en no querer ver malicia en todo este asunto, la noticia del envío de una Visitadora Apostólica a las Monjas Franciscanas de la Inmaculada ha borrado cualquier duda al respecto.


- El 19 de mayo de 2014, el Cardenal João Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, anunció a la Madre General de las Franciscanas de la Inmaculada, el nombramiento, con efecto inmediato, de una “visitadora” para el Instituto, con plenos poderes de control que, de hecho, la convierten en una “comisaria”:  en la casa madre situada en Frattocchie (a unos veinte kilómetros de Roma), se ha instalado la Hermana Fernanda Barbiero, una religiosa “adulta” y “aggiornata”, de tendencia moderadamente feminista. 


Sobre lo cual escribe Roberto de Mattei: “El caso de las Franciscanas de la Inmaculada que ahora empieza es aún más grave que el del Instituto masculino. El pretexto de la “visita” y luego del nombramiento del Comisario de los Frailes fue la presencia de un pequeño y agresivo grupo de ‘disidentes’, alentado y alimentado desde el exterior. Sin embargo, ninguna disidencia se ha manifestado entre las Monjas, que viven en espíritu de unión y caridad fraterna. Franciscanas y Franciscanos de la Inmaculada deben de ser suprimidos esencialmente por su acercamiento a la Tradición, en conflicto con la praxis de la mayor parte de los Institutos de Vida Consagrada. Decimos acercamiento porque las dos congregaciones franciscanas nacieron y se sitúan fuera del mundo ‘tradicionalista’ [son posteriores al Concilio Vaticano II].
Ante la ruina teológica y pastoral del post-concilio, éstas han manifestado una fidelidad a la ortodoxia de la Iglesia que contrasta con la "creatividad" doctrinal y litúrgica hoy imperante. La Congregación para los Religiosos considera este sentire cum ecclesia ‘tradicional’  incompatible con el sentire cum ecclesia 'vaticanosegundista' "


No hace falta ser adivinos para prever lo que pasará (y que de hecho está pasando) con las Franciscanas de la Inmaculada. Mientras que con las “monjas” americanas pro-abortistas y promotoras de la ideología de género se “dialoga” con mano suave; se dejan a las “monjas” catalanas vomitar sus despropósitos en talk shows de política o cocina y otras ganan concursos canoros y toman a Madonna de modelo… en cambioa las Franciscanas de la Inmaculadaque se atreven a vestir el santo hábito, a rezar Rosarios de rodillas y a practicar la penitencia, se les trata con mano dura, la más dura posible. Unas acuciantes preguntas han circulado por la red: ¿Pero qué han hecho de terrible esas pobres monjas? Qué crímenes han cometido? ¿De qué culpa se han manchado para merecer tal tratamiento de parte de la Santa Sede?

La respuesta es la misma que para el caso de sus hermanos frailes: se empeñan en ser fieles a la fe, a la espiritualidad, a la doctrina y a la liturgia de siempre. En el mundo al revés en el que nos ha tocado vivir, el que hemos querido construir rechazando a Dios y apostatando de Cristo, en este mundo trastornado y agonizante, seguir siendo católicos, como lo fueron nuestros antepasados, como los fueron legiones de santos, es una herejíaY la Iglesia, toda misericordia y tolerancia, toda comprensión y delicadeza, que no quiere juzgar a nadie y que ha renunciado a convertir al mundo, esta Iglesia con los católicos 
que quieren seguir siéndolo no tiene ninguna piedad.


8. Conclusiones provisionales



La destrucción de todo lo sembrado y construido por los dos fundadores, Padre Stefano Maria Manelli y Padre Gabriele Maria Pellettieri, junto con la inmensa mayoría de frailes y monjas del Instituto, ha sido implacable y, de momento, y si Dios no lo remedia, irreversible.

La Iglesia que distribuye “misericordina”  en sobredosis y que ha trocado el Decálogo de Dios por diez consejos para ser felices, sin embargo ha sido una apisonadora inexorable con un Instituto religioso cuyo crimen principal era celebrar también, pero no exclusivamente, la Santa Misa según el Vetus Ordo, aplicando lo establecido en el Summorum Pontificum, de Benedicto XVI, como expresión de aquella “hermenéutica de la continuidad” de la que hablaba el anterior Papa y de la que ahora ya nadie se acuerda.

La misma Iglesia que derrocha tolerancia con cardenales masones, monjas proabortistas, curas casados y diáconos homosexuales (por supuesto acompañados de su regular pareja), porque como dijo alguien “¿quién soy yo para juzgar?”, esa Iglesia cuya "teología está de rodillas" [como decía el papa Francisco hablando del cardenal Kasper, aquel que está a favor de dar la comunión a los divorciados y vueltos a casar] de rodillas sí, pero no ante Dios sino ante el “nuevo paradigma” del mundo;  esta Iglesia no duda en desempolvar métodos que pueden recordar algunos de los que se aplicaron en la Inquisición ... con una diferencia fundamental: Mientras que la  Inquisición velaba por la salvaguarda de la fe, la “nueva” Inquisición de la “nueva” Iglesia persigue sin piedad a los que quieren salvar la  fe incluso a costa de su vida.


El “caso” de Franciscanos y Franciscanas de la Inmaculada no se ha cerrado. Ni es el único. Lo que se ha puesto en marcha con ellos es una persecución interna que ya ha cosechado otras víctimasSe trata de una estrategia elaborada hábilmente con el fin de erradicar aquellas “sensibilidades” eclesiales que resultan intolerables para una Iglesia que es tolerante con todos excepto con los que quieren seguir siendo católicos "de siempre"

El drama aún sigue abierto y su final concierne no tanto - y no sólo- a un determinado Instituto religioso, sino al futuro del entero Cuerpo Místico de Cristo. Porque si a unos pobres frailes y a unas humildes monjas entregados a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, en oración, penitencia, obediencia y apostolado, les ha caído encima esta persecución, ¿qué le pasará a cualquiera, religioso o laico, que no quiera arrodillarse ante el paradigma del mundo?

El caso de los Franciscanos y Franciscanas de la Inmaculada se acerca a su fin. Veremos los giros que nos reserva el guión de esta historia, al menos desde una perspectiva meramente natural e histórica. Pero si levantamos nuestro corazón y nuestros ojos hacia el cielo, buscando la justicia de Dios, en medio de tanta podredumbre e impiedad, vislumbramos signos esperanzadores que son como destellos de la ley evangélica.


Y así, el martirio "blanco" [Mártir significa "testigo"; y ellos están dando  un "testimonio fiel" de Jesucristo, que es el mismo ayer y hoy y lo será siempre] que están viviendo los fundadores y la gran mayoría de frailes, monjas, terciarios y laicos de la Orden, sumado al dolor de miles y miles de católicos que han conocido directa o indirectamente a los FFI, por las calles del mundo o en los meandros de Internet, será -sin lugar a dudas- terreno fértil para la santificación de las almas y la difusión del Evangelio. 

La Tradición enseña que la única verdadera y eficaz evangelización, la sola pastoral que cuenta, como no se cansa de repetir San Pablo, es la que predica a Cristo, y a Cristo Crucificado, y no sólo con palabras, sino con la propia vida, hasta la entrega extrema

Quizás, nunca como en estos dolorosos momentos, el Padre Manelli y el Padre Pellettieri, junto con sus mejores hijos e hijas, siendo radicalmente fieles a sus votos, están alcanzando la plenitud del carisma que el Espíritu Santo les inspiró. 

Que la Virgen Santísima, Consolátrix afflictórum y Auxílium Christianórum, consuele y proteja a estas almas que se han consagrado especialmente a Ella.